viernes, 31 de julio de 2009

revista digital de cultura MACEDONIO BELARTE - AÑO IV - N° XLVI - JULIO 2009



Miércoles, 1 de Julio de 2009
El consultor de imagen Jaime Durán Barba, el hombre detrás de la campaña de Francisco de Narváez
“El poder fue y siempre será espectáculo”


Anuncia la candidatura presidencial de Macri para 2011, aunque dice que es peligroso lanzarse temprano. Elogia a “Gran Cuñado” y dice que Kirchner, Carrió y Reutemann son dirigentes antiguos. “El cierre de campaña de Kirchner fue bien demodé”, señala.

Por Werner Pertot

“El programa de Tinelli tiene algo bueno para la democracia: le comunica algo de política a la gente que odia la política”, opina Jaime Durán Barba.Aunque con fiebre (no sabía si gripe A), Jaime Durán Barba está en su mejor momento. Asesoró a Mauricio Macri en su victoria en Capital en 2007 y fue el hombre detrás de la cortina en la campaña de Francisco de Narváez con la que derrotó a Néstor Kirchner. King maker, le dicen en el ambiente cool de la derecha. En diálogo con Página/12, ubica a Carlos Reutemann, Néstor Kirchner y Elisa Carrió en una generación antigua. “Empiezan a aparecer líderes que son más hijos de la televisión, de la nueva época”, dice, en obvia referencia a los referentes de Unión-PRO.

Tiene cuatro títulos: doctor en Derecho e Historia, magister en Sociología y licenciado en Filosofía Escolástica. Fue jefe de gabinete del presidente ecuatoriano Jamil Mahuad, que se fugó en 2000 en medio de una crisis económica similar al corralito. Con ese cargo, lo conoció a Carlos Menem. “No lo asesoré. En general, los ex presidentes son clientes insoportables”, advierte. En los ’70, Durán Barba estudió en Mendoza. Recuerda que militó en la JP y que cruzó a Chile a festejar la victoria de Salvador Allende.




Además de Unión-PRO, en América latina aparecieron candidatos millonarios como Sebastián Piñera en Chile o Alvaro Novoa en Ecuador.






–Soy amigo de Alvaro, somos del mismo círculo social, aunque nunca lo asesoré. Gastó decenas de millones de dólares, regalaba sillas de ruedas en los actos, de todo, y no logró nunca ganar. Nunca vi alguien que gaste más plata y la otra vez sacó siete por ciento. Así que no es cuestión de tener plata solamente. De Narváez desarrolló otras cualidades. Es un candidato moderno, cosa que es poco frecuente.





–Entonces, ¿por qué no quiso hablar del matrimonio homosexual?






–El tema de la sexualidad asusta a los mayores de 40 años. Y le temen a la Iglesia Católica, que todavía está contra los anticonceptivos. Algo totalmente anticuado. Así que no es sólo una visión de oportunismo político. Son temas difíciles de tratar. La mayoría de los candidatos preferirían ser angelitos asexuados que sólo hablan de teorías. Pero la sexualidad y la política están muy implicadas.



–Para usted, ¿De Narváez es un candidato erótico?





–Sí, sin duda. De Narváez es un tipo apuesto, simpático.





–¿Cómo jugó el tatuaje en el cuello?





–Al principio, yo temí que el tatuaje fuera algo negativo. Pero lo comunicó mucho con los jóvenes.





–¿Cómo se convierte a un millonario en “alguien como vos”?




–Antes los candidatos tenían título: eran el general Perón, el doctor Velazco Ibarra, el doctor Haya de la Torre o el general Cárdenas. Eso correspondía a una familia feudal en la que los padres eran dioses y los niños no teníamos derechos. Yo siempre traté a mi viejo de usted y mis nietos me tratan como cuate de su escuela. Y eso pasa con los políticos: se los trata por el nombre. Es una tendencia mundial. Ahora Calderón en México es “Felipe”. De Narváez, además, supo mezclarse con la gente. Es una persona que suscita cariño, porque no pone distancias.



–Macri, en ese sentido, es distinto.



–Macri pone más distancia, sí. Tienen que ver su psicología y su forma de ser. De Narváez tiene una facilidad para comunicarse con la gente.

–¿La estrategia de desperonizar fue central para ganarle a Kirchner?






–Lo de la desperonización tiene un sentido. Hicimos una encuesta hace un año con la pregunta: “¿A usted le importa que el próximo presidente sea peronista?”. Hay un 66 por ciento al que no le importaba.



–¿Cómo influyó el programa de Tinelli?






–Influyó, no hay duda. Ese programa tiene algo bueno para la democracia: le comunica algo de política a la gente que odia la política. Hubo dos personajes que ayudaron: De Narváez y Kirchner. El Kirchner de Tinelli era muy agradable, campechano. No una persona a la que tendrías miedo.



–De Narváez recibió críticas por frivolizar la campaña...







El poder fue y siempre será espectáculo. Imaginate un señor que sale a la Plaza San Pablo en blue jeans y con un gorro de jockey. Lo bajan a patadas. Si se disfraza con una túnica blanca, un sombrero raro y un bastón, todo el mundo llora porque es el Papa. El poder es espectáculo.

–Se critica que sea un espectáculo sin ningún programa. Por ejemplo, ¿se pondrán de acuerdo sobre las estatizaciones y las privatizaciones?




–Yo trato mucho con Macri y en la última época estuve mucho con De Narváez. Son gente mucho más centrada. Hay empresas estatales y privadas que funcionan bien y son eficientes. En lo que coinciden es en que el servicio sea eficiente. No creo que las posiciones que parecieron tan extremas en la prensa (privatizar todo, estatizar todo) sean reales.



–¿Alguna vez tendrán una base programática común?




–La política es así: ¿qué base programática crees que tuvieron Firmenich y López Rega, cuando ambos eran peronistas? Yo estuve cuando se proclamó la candidatura del General y estábamos todos. ¿Qué tenían en común Lorenzo Miguel con los sectores de la Tendencia?

–En el caso de Unión-PRO, ¿quién es López Rega y quién Firmenich?


–(Se ríe.) Felizmente, no está ninguno de los dos...




–¿Existe un futuro en común para Macri, De Narváez y Solá?




–Yo creo que sí. Hay un diálogo que, de a ratos, es más natural entre De Narváez y Macri, que son muy parecidos, dado que no han estado en la política. Los que viven la militancia desde la juventud adquieren una serie de ritos que son una obligación. Felipe es un peronista de trayectoria, para el que los ritos del peronismo son más importantes. No soy católico, pero respeto los ritos de los católicos.

–¿A Macri esta vez le conviene lanzarse a presidente?



Falta tiempo, pero el 2011 es una muy buena fecha para la candidatura de Macri. Está preparado: será un buen candidato y un buen presidente.




–¿Debería lanzarse ahora, como piensa De Narváez?




–Son peligrosas las candidaturas muy tempranas.



–En 2006, Carrió se lanzó para la elección de 2007.

–Y ya ves las veces que ha ganado (se ríe).


–¿Puede tender puentes con Reutemann?



–Macri no está en la disyuntiva de peronismo o no peronismo. El y De Narváez son dirigentes de la nueva etapa y Reutemann es un respetable dirigente de la antigua etapa. Francisco quedó posicionado muy bien para gobernador: si le ganó a Kirchner, otros candidatos son más fáciles.


–¿A Solá lo ubica como titular de la Cámara de Diputados?

–Es una de las ideas. Solá es un buen legislador. Hay otros: Pinedo también. Es serio, notable y podría estar frente a la Cámara.

–¿A Michetti le reconocen capacidad para gobernar?

–Se estudió. La gente confía en Gabriela: podría ser una buena candidata.

–¿Qué pasó con la campaña de los Kirchner?

–Kirchner y la doctora Carrió son de una generación que vivió su infancia sin televisión. El cierre de campaña de Kirchner fue bien demodé: el escenario solemne y el protocolo, que es un conjunto de normas por el cual siempre terminas sentado junto a un idiota. ¿En qué estaban pensando los que asistieron? En si Kirchner iba a ir a la noche al programa de Tinelli.


–¿Cómo vio el discurso de la presidenta Cristina Fernández?


–Las elecciones dieron un mensaje. Que Kirchner perdiera en la provincia era algo que nadie imaginaba. Que haya perdido en Santa Cruz. Algo está pasando. Si tú sientes que te duele el corazón, el pie, el riñón, vas un rato a la clínica a que te revisen. Hay síntomas de que hay una crisis, de que en algo se han equivocado. Es el momento de una autocrítica, de escuchar a la gente de oposición. Y plantear una salida más consensuada.


–¿Está en ese camino

–Todavía no. Cuando te dan una mala noticia, la primera reacción es decir que no es cierto. Estamos en una etapa de negación y hay que pasar por las otras etapas hasta que se asimile. Así funciona nuestra psicología.


–En psicología, ¿no son las etapas para aceptar su propia muerte?


–Sí... Pero no necesariamente es este el caso.

–¿Cuánto le pagó De Narváez por asesorarlo en esta campaña?
–Mucho menos de lo que imagina la gente.




Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elpais/1-127544-2009-07-01.html
 
 



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El Gran Cuñado "es un arma terrible"
Lo dijo Sanguinetti, ex presidente de Uruguay Sanguinetti criticó el daño a las instituciones




http://www.taringa.net/posts/noticias/2762407/El-Gra

La polémica sobre los efectos de los sketches de "Gran Cuñado" no sólo se expandieron por todo el escenario político argentino, sino que traspasaron ya las fronteras nacionales. En una columna de opinión publicada en la edición del sábado pasado del diario español El País, el ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti instó a reflexionar sobre el desgaste que pueden ocasionar en las instituciones y en la confianza ciudadana los programas en que se ridiculiza a los dirigentes políticos.
Con tono crítico hacia las particularidades de la Argentina, a la que describe como "esa sorprendente nación en que convivieron los Borges y Bioy Casares con la siniestra Triple A, así como hoy respiran el mismo aire un líder organizador a destajo de piquetes callejeros con artistas excelsos como el bailarín Julio Bocca", Sanguinetti elogia las características técnicas y artísticas de las imitaciones del programa de Marcelo Tinelli. Pero se pregunta "si no hay límite, si no hay una frágil frontera en que la crítica se desborda para llegar a ser agravio institucional".
Para dar cuenta de la importancia del asunto planteado, sostiene que la imitación que en ese mismo programa fue "determinante" para la salida del poder de Fernando de la Rúa, a quien Sanguinetti define como "una buena persona". Tras recordar que la caricatura había estampado a De la Rúa como "un hombre vacilante, distraído, casi tonto, que siempre equivocaba la puerta de salida", el ex presidente uruguayo concluye que este tipo de imitaciones "se trata de un arma terrible, como ya lo decía Maquiavelo en sus consejos al príncipe, que podía ser amado o temido, pero nunca ridiculizado".
Sanguinetti, que cuenta que en Uruguay el programa se sigue como si fuera propio, se detiene en la tentación de los ciudadanos de votar, como sucede en el programa "Gran Cuñado", para eliminar a los dirigentes políticos, mejor dicho, a sus caricaturas. "Esa especie de morbosa inclinación a denostar, a defenestrar -reflexiona-, a poder responderle a alguien notorio con una bolilla negra, es particularmente seductora para el grisáceo televidente común, ese ser anónimo que en ese instante mágico de votar se siente protagonista."

El propio ex presidente dijo que aún no hay respuesta para el interrogante sobre el límite en que la crítica resulta peligrosa para la democracia y que, "en la duda, siempre ha de preferirse la libertad". Pero insiste, a lo largo de su artículo, en el mismo interrogante: "¿Hasta qué punto la ridiculización de los titulares desgasta a la institución? Una república en zapatillas, sorprendida en ropas menores, ¿preserva su esencia?".
Y concluye que cuando Jefferson redactó los principios de libertad que estampó en la Constitución de Estados Unidos, "nadie imaginaba que la imagen, la sola imagen, podía llegar a sustituir a la palabra escrita, y mucho menos en el debate político, entablado en un juego de emociones, risas, ridículos, en que la razón es la gran ausente".-






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Los medios y el presente
La comunicación será el campo de batalla de la política del futuro. Si un movimiento que se quiere transformador no comprende este dato, está perdido de antemano.




La vía de acceso al momento político, signado por las elecciones de mañana, está obturada por la veda. Pero hay análisis marginales que pueden hacerse. Y estos no dejan de tener su interés. Hablar sobre la política espectáculo o sobre la actual manía estadística o “encuestológica” que se preocupa en desvelar por anticipado los resultados de unos comicios que todavía no se han realizado, es interesante, en particular porque en el segundo de los casos puede a veces detectarse una predisposición tramposa. Pues, como lo están demostrando los sucesos de Irán, instalar en la mente del público la idea de una victoria inminente y aplastante puede dar lugar a reacciones irracionales e inesperadas si luego las cosas no van como se pronosticaba. En especial si hay grupos de presión interesados en batir el parche.
La evolución de la política en la época contemporánea está signada por la irrupción de los medios de comunicación de masas. Que son justamente los que pueden difundir esas encuestas y sus presuposiciones; pero cuya exactitud, en principio, no es demasiado fiable. Pues son los partidos los que las pagan, y eso determina desde el vamos la orientación que pueden tomar de cara al público. Es posible (o seguro) que existe una doble contabilidad en estos casos, como ocurre con las defraudaciones: una cosa son los libros que se exponen a la atención del fisco, y otra son las columnas secretas que llevan el cálculo exacto de lo que entra y lo que sale.
Pero en el debe y el haber de todas las encuestas, incluso de las que son honestas, hay un espacio hueco que debe ser llenado por la realidad concreta del voto. En las encuestas que se ponen a disposición de los medios, o que los medios elaboran por sí mismos, esta dimensión variable está reconocida por el margen de error que se conceden quienes las elaboran, pero los números que marcan la suma y la resta pueden ser bastante diferentes de los guarismos reales que en definitiva arroje una elección. La duda en el público, sin embargo, ha sido creada y, sobre ella, es posible trabajar para ahondar la división de una sociedad y para reforzar su apariencia inmanejable, favoreciendo así la solución autoritaria. Que por cierto no tiene porqué ser dictatorial ni armada –este sería el último expediente- sino revestir las apariencias de una democracia formal que funcione a modo de colchón para desalentar las críticas al retorno a un radicalismo neoliberal del cual nosotros, por ejemplo, hemos tenido una buena experiencia. O, mejor dicho, una horrible experiencia. Y que nunca se ha ido del todo, aunque haya retrocedido un poco.
La posibilidad de este manoseo es inseparable de una fragmentación de la opinión pública determinada por la derrota a escala global de las tendencias revolucionarias y transformadoras –en el sentido de una mayor justicia social- que arrancaron de la época de la revolución francesa y que tuvieron sus picos más altos durante el siglo XX en fenómenos como la revolución rusa y las revoluciones en los países coloniales y semicoloniales. Tras la época de las grandes certidumbres y de la participación activa del pueblo en las convocatorias partidarias se ha producido un retroceso determinado por el hundimiento del contrafuerte soviético –hundimiento engendrado por sus debilidades internas casi tanto como por la agresión externa- y por la presunta muerte de las ideologías y el no menos presunto fin de la historia. A profundizar esta descomposición han concurrido la revolución tecnológica, que liquidó buena parte de la necesidad de la mano de obra concentrada que era necesaria para mover el aparato productivo, quitándole espesor y peso político, y el crecimiento y la concentración desaforada de unos medios de comunicación que centralizan la información y la arreglan de acuerdo a sus intereses. Que no son otros que los de los estamentos dirigentes del Imperio anidados en las Bolsas, los bancos y los gobiernos del hemisferio norte. Es decir, del capitalismo global, encarnado en Estados Unidos y organizado en torno de su aterradora panoplia bélica.
Las empresas de comunicación, encargadas de difundir los datos que se ofrecen al público como referentes para generar opinión, son cualquier cosa menos neutrales: forman parte del poder a título propio, en tanto se concentran en holdings que son una parte determinante de los intereses a los que representan. Y a esto se ha venido a añadir la televisión que, por una fatalidad o más bien por una facilidad inherente a su formato, ha reemplazado el acto de discurrir por el acto de ver (Sartori). Cada vez se resta más espacio a la discusión reflexiva de los programas políticos que pueden entrar en liza durante un debate, suplantándolo con una política de marketing que impone la brevedad y el simplismo en el discurso, atomizándolo y atrayendo la atención del espectador sobre los aspectos menos relevantes del cotejo. Como pueden ser la presencia física de sus participantes, su elocuencia y su “viveza”. Cosa que confina el resultado del encuentro a una simple cuestión de “quien ganó y quien perdió”, como si de un match de boxeo se tratase.
Por encima de esto, desde luego, está la capacidad manipuladora de los llamados moderadores para distribuir el tiempo entre los participantes del encuentro y por el carácter a veces inequitativo de la distribución de roles. En ocasiones nos encontramos con mesas de debate donde un solo exponente de una determinada corriente política debe hacer frente al acoso de varios individuos que se le oponen y de paso tiene que soportar la sarcástica hostilidad de los entrevistadores.
Nada de esto es simpático ni garantiza un acceso a la información que sea tranquilizador respecto al futuro. La pretensión de reemplazar la cultura escrita por la cultura audiovisual es un paso sobremanera resbaloso y nada hay que nos asegure su éxito, si este es medido en términos de estimulación de las facultades intelectuales y de comprensión de la realidad tal cual es. En especial en las condiciones del presente, que apuntan al desarrollo de una percepción ramplona de la cultura. El reemplazo del término “pueblo” por el de “gente”, que muchos comunicadores han adoptado, a veces de manera inconsciente, es indicativo de esta tendencia.



¿Qué sería la “gente”? Lo más probable es que bajo ese apelativo se indique a la muchedumbre de las conciencias incomunicadas, sentadas frente al televisor y propensas a renunciar al vínculo lógico de la secuencia razonada para entregarse al impulso inmediato. Su tendencia sería plegarse a lo que de manera automática puede sugerir una imagen sensacional, sin analizar sus componentes. El “pueblo”, por el contrario, ha sido expresivo, a lo largo de la historia moderna, de una conciencia masiva que ha introyectado, así sea toscamente, los antecedentes históricos que determinan una situación dada y que, por lo tanto, está en condiciones de reflexionar libremente sobre ella y escoger la opción que mejor se adecue a sus necesidades.
Vamos cerrando esta disquisición, tal vez un poco oscura debido a la forma tangencial en que debemos tratar hoy a la actualidad política, diciendo que la lucha por la libertad de expresión será el núcleo de las batallas sociales por venir. En la medida que se logre horadar el cerco del sensacionalismo, confusionismo y conformismo mediáticos, se podrán ir articulando las opciones liberadoras. Los periodistas conscientes de su rol tendrán mucho que hacer en ese combate. Claro que para esto deberán romper, ellos también, el cerco con el cual el sistema los rodea. Y sólo una pluralidad de medios que termine con la concentración de los grandes carteles de la información, podrá darles el ámbito que es necesario para que respiren y se expresen en libertad.


Enrique Lacolla


PERSPECTIVAS
SÁBADO 27.06.2009






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02.03.2009 Ideas
Jesús Mosterín: "Internet es el fin de la política tradicional"

El prestigioso filósofo español Jesús Mosterín posee una actitud juvenil de pensamiento libérrimo y fustigadora de los lugares comunes. Esta vez, lejos de los clichés imperantes en el mundo de la cultura se convierte en un aguerrido defensor de la Red.

OPTIMISTA. "Creo que no somos conscientes de lo bien que vivimos. Vivimos en un milagro", dice el pensador español, un defensor categórico de Internet.

En la primera mitad de su nuevo libro, La cultura humana (Espasa), recientemente editado en España, se dedica a sentar conceptos y repartir las cartas con las que jugará la partida de dilucidar qué es eso de la cultura y hacia dónde camina. Sentadas esas bases, su discurso cobra altura hasta dar vértigo.

Su enfoque científico de la cultura, como fruto del aprendizaje, desmonta de forma bastante rotunda la mística que rodea a la creación cultural.
Eso, si partimos de una idea de cultura vulgar, que se refiere a lo que los periódicos incluyen en la sección llamada "cultura". Ese un enfoque obsoleto que considera la cultura como un adorno. Era lo que antiguamente estudiaban las señoritas que, como no tenían que trabajar, pues se dedicaban a aprender pintura. Pero hace tiempo ya que la antropología social estableció claramente el concepto académico de cultura. En todo caso, no sé si decir misticismo, como hace usted, no es mucho decir.

Me refiero a ese lugar común decimonónico que considera que hay una especie de "necesidad espiritual", por tanto, mística, de creación que es a la que responden las artes.
Sí, eso es puramente romántico, de aquellos jóvenes poetas que en realidad eran pobres hombres, que vivían en la bohemia y daban la vida por un soneto. No sé si se consideraban ángeles o demonios. Que conste que no tengo nada en contra de esa idea, pero lo suyo no tiene nada que ver con el concepto de cultura que maneja la antropología cultural.

¿Que es...?
Todo lo que el hombre produce y explica su forma de vida, todo lo que los arqueólogos encuentran y emplean para interpretar cómo vivía una comunidad. Cuando se habla de la cultura neolítica o magdalaniense nadie piensa que se habla de literatura, sino de sus útiles, sus costumbres, sus creencias, llegado el caso. Cultura es cómo vistes, qué comes, qué herramientas empleas... Los poetas creen que un soneto es como Dios, pero eso no es más que autopublicidad. Para un análisis serio tenemos que precisar y ser rigurosos en los términos: en el estado actual de la ciencia el concepto de cultura, además de lo que usted entiende por cultura, incluye la industria, la fabricación de barcos o de herramientas.

Jared Diamod teorizó en "Armas, gérmenes y acero" sobre por qué unas culturas progresaron más que otras y enterró el mito con el que siempre nos explicaron la historia, vinculado a la audacia y el coraje individuales, demostrando que el progreso de la civilización está más relacionado con factores demográficos y ambientales, factores objetivos.
Mire, es obvio que no todos tenemos el mismo nivel cultural, ni somos igual de creativos. No todos somos Mozart, muchos ciudadanos no crean nada, pero eso no significa que no disfruten de una sinfonía. Esa es la cultura, toda la información aprendida y transmitida que no es genética y que establece determinadas conexiones neuronales en nuestro cerebro. No es la creatividad, sino que se trata de algo que existe realmente, que existe en nuestro hipocampo y nuestro sistema límbico, principalmente.

Insiste mucho en esa idea de lo que existe y lo que no. Lo hace en su libro también.
Es curioso, si lo piensa, que la gente está más dispuesta a morir y matar por las cosas que no existen que por las que existen: la historia de la humanidad está llena de muertes por la religión, por la nación, por el honor... y cosas que no existen. Es indispensable, para el rigor académico, dilucidar entre lo que existe y lo que no. Aristóteles se preguntó si el tiempo existía realmente, y dedujo finalmente que sí existía por las evidencias físicas del paso del tiempo.

Sostiene usted que la cultura no es patrimonio de los humanos. Es famoso, de hecho, por ser uno de los más firmes defensores de los derechos de los animales.
Un chimpancé criado en un zoo no puede regresar a la naturaleza, porque muere. No aprende a hacer un nido en el árbol, no distingue las plantas venenosas de las purgantes y no entiende el lenguaje de sus congéneres. Porque todo eso es información que se deriva de un aprendizaje, no es información genética o heredada, sino transmitida. Es cultura y no se puede sobrevivir sin cultura.

Defiende usted que entre el etnocentrismo y el relativismo cultural, lo razonable es identificar los avances y retrocesos culturales efectivamente objetivos. Es un asunto muy vigente, porque atañe al conflicto de occidente y el Islam, por ejemplo, o a los debates en tono a los velos en las escuelas.
Son siempre estériles esas discusiones... no sé cómo llamarlas..., analfabetas, en las que la postura ante las cosas es que todo es de una manera o de la contraria, todo es relativo o todo es absoluto, todo es genético o todo es ambiental... Es difícil avanzar con ese enfoque. Digamos que el relativismo es aceptable siempre que afecte a los rasgos imponderables. Las banderas, por ejemplo, que son imponderables, son intrascendentes y respetables. En cambio, con los rasgos ponderables, los que realmente existen, como por ejemplo, el uso del cuchillo, podemos establecer un juicio objetivo sobre sus beneficios. Cuando unos indígenas descubren el cuchillo metálico, lo adoptan de inmediato y desdeñan sus herramientas.


Usted distingue entre la cultura actual, que es lo que cada uno sabe, y la cultura virtual, que es aquella que no está en nuestros cerebros pero está disponible depositada en libros, enciclopedias...
Sí, eso es.

Internet, punto de inflexión

¿Podemos considerar que Internet es el prototipo de una cultura virtual global y que, en ese sentido, modificará la historia de la cultura humana?
Desde luego. Internet es el reino de la libertad, un lugar único, el primero donde no hay vigilancia ni intermediarios. En bien del progreso de la cultura, debe mantenerse en estos términos. Por eso debemos preocuparnos todos de lo que ocurre en China con Internet, de los intentos de censura, o de lo que algunos pretenden en Europa, restringiendo la libertad en la red con coartadas como la protección de la infancia...

O de la protección de los "creadores".
En este sentido, le decía, lo contrario a Internet son las televisiones públicas.

¿A qué se refiere?
A que es un modelo en el que una persona, un político, o varios políticos, dicen a todos los demás lo que tienen que ver.

La media de los espectadores sube incluso más deprisa que el crecimiento vegetativo. Toda una generación decide qué ver y cuándo verlo gracias a Internet. El espectador se está emancipando de la mediación en el acceso a los contenidos, no acepta horarios impuestos al arbitrio de una cadena o la publicidad insertada.
Es que esa es una posición más inteligente. Es un espectador más inteligente y menos cautivo, porque, si lo piensa, la televisión funciona merced a públicos cautivos. No es así, por ejemplo, en el medio editorial. Usted compra el libro que le apetece y lo lee cuando le parece bien. En cambio las televisiones sólo permiten el acceso a lo que ellos deciden y cuando lo deciden. Y el cambio total del modelo es sólo una cuestión de ancho de banda.

En este sentido, Internet no es una mera herramienta. Los cambios culturales, en sentido amplio, que aporta son muy trascendentes.
Mire, la Red está sustituyendo a las comunidades territoriales. Se están generando nuevos agregados, las comunidades virtuales, no tiene más que ver que hoy las redes sociales son el gran boom en Intenet. Todo el mundo crea su red social. Pero lo importante es que algunas de ellas hacen feliz a mucha gente. Se lo explico con un ejemplo: en el mundo hay millones de personas que hacen fotos. Antes, las hacían y ya está.

Servían para dar la tabarra a las visitas desprevenidas.

Exacto, y hoy, gracias a los fotologs, o a Flickr.com, la gente puede enseñar sus fotos a todo el mundo, algunas extraordinariamente buenas. Se crean así amistades y comunidades reales que luego se visitan, se desplazan incluso entre países. Todo ello, sin que exista ningún controlador de modo que cuando se diluyen estas relaciones sociales, no hay que divorciarse ni dar explicaciones. Yo creo que ese es el futuro de la sociabilidad humana, socios en un ámbito limitado, un modelo que generará gente más cosmopolita y, al emanciparlos de la comunidad territorial, acabará con rémoras del siglo XIX como el nacionalismo.

Los políticos aún no han descubierto que Internet no es sólo una herramienta, es un territorio y muchos territorios.
Internet es el fin de la política tradicional, la que ejercen los políticos erigidos en sumos sacerdotes de una comunidad humana. Todo esto se va a venir abajo, los estados nación y los gobiernos como los conocemos están obsoletos. Y desaparecerán las fronteras. No de forma inmediata, porque ahora mismo son indispensables ante la gran bolsa de pobreza que es África, que requiere un control demográfico, pero desaparecerán.

No hace mucho, un periodista y gurú cultural muy conocido en España decía que Internet no aporta nada, que no ayuda a saber o a pensar, que "sólo sirve para despensar" [sic]. En cambio, la realidad es que su trascendencia es similar a la de imprenta.
Las herramientas son muy importantes. Fíjese, la ausencia de soportes para conservar y sobre todo transmitir la información antes de la imprenta provocó que naciera la poesía, el verso sólo es una herramienta nemotécnica, un apoyo para la memoria, porque era imposible recordar textos enteros y la rima ayudaba a memorizarlos. Y esto revolucionó la literatura.

Una consecuencia imposible de haber predicho.
Ocurrió por ejemplo con el teléfono. Las centralitas de teléfono, antes de la conmutación automática, dieron trabajo a cientos de miles de mujeres en todo el mundo. Eran la principal ocupación de la mujer trabajadora. Y lo contrario ha ocurrido con el ordenador, que ha hecho desaparecer de las empresas una gran cantidad de secretarias.

Se las llevó la blackberry. Ocurre algo parecido a lo que hablábamos con la música y la disponibilidad total del catálogo al margen de la voluntad de editores y distribuidores.
Creo que no somos conscientes de lo bien que vivimos. Vivimos en un milagro.

¿...?
La música, escuchar música, es un invento muy reciente. La música como la entendemos no ha existido hasta hace apenas 200 años. Para escuchar a Mozart tenías que tener una orquesta privada, y los Mozart del mundo estaban desesperados por que alguien los contratara, para instalarse en palacio. Hoy la música es ubicua. Lo que todo el mundo quiere hoy es oír la música que quiere donde quiere, porque escuchar música, como leer, se ha generalizado.

Aunque el cliché de que cada vez se lee menos está muy extendido.
Sí, hoy todo el mundo lee y escribe mails y antes eran muy pocos los que escribían cartas. Mire, cuando Marco Polo, de vuelta de sus viajes escribió un libro sobre ellos, dedicaba el prólogo, que no recuerdo de memoria, a los prelados y la nobleza como, no ya sus lectores, sino aquellos a quienes les iba a ser leído el libro, pues se estilaba por entonces que un siervo fuera el encargado de leerle a los jerarcas. De hecho, los filósofos griegos, como Platón, no leían, tenían esclavos para eso. Aristóteles era el único que lo hacía por sí mismo y, de hecho, su apelativo era "el lector". Y, ya ve, hoy la lectura está generalizada.

Durante años, los sectores, digamos, altermundistas, vaticinaban que sería el capitalismo, las multinacionales, las que desbordarían el control de los gobiernos y convertirían en obsoleto el modelo de estado-nación. No ha sido así y sin embargo va a ser Internet quien reorganice las comunidades humanas. Es casi un sarcasmo histórico.
Bueno, es que su error era el lugar común de creer que la globalización provocaría uniformidad cultural, cuando está claro que es justamente lo contrario. Lo que hablábamos antes, la globalización multiplica las alternativas. Lo que elimina, y muy particularmente Internet, es la determinación cultural en razón del territorio, puesto que, independientemente de tu origen, seas árabe o de Ciempozuelos, tendrás a tu disposición otros muchos modelos culturales. Existe, a cambio, una variedad distribuida por todas partes, podemos decir, si quieres, que se trata de un proceso de entropía. Todo es cada vez más accesible, y eso que Internet está aún muy verde, estamos en los inicios, pero queda claro que cada vez es menos necesario viajar, desplazarse.

¿Desaparecerá el viaje de trabajo y el viaje sólo será de ocio?
Es muy posible.

Mencionaba la entropía. Digamos que en la hipótesis más utópica, Internet creará una civilización mundial diversa de hombres más libres, y si se convierte en una distopía, ¿el mundo será un caos?
Lo más probable es que los gobiernos y los estados desaparezcan, porque son obsoletos y carísimos. Es como lo de los ejércitos, ¿para que quiere usted un ejército? Para nada. Lo de los ejércitos es como lo de los aduaneros.

¿Los aduaneros?
Cuando entramos en la UE, los aduaneros se pusieron en pie de guerra, y lo mismo pasó cuando en el Reino Unido cambiaron las máquinas de vapor por trenes eléctricos los carboneros acabaron obligando al Estado a que los recolocara. Yo creo más bien que la tendencia será que sobrevivan una especia de ayuntamientos, gobiernos locales para gestionar lo inmediato, el servicio de aguas, el orden público, las emergencias, las únicas tareas imprescindibles, que son las municipales y las de orden.

¿Volvemos a la Grecia de las polis?
No exactamente, las polis griegas eran soberanas, existían para hacerse la guerra unas a otras. Serían ayuntamientos no soberanos, de tipo administrativo. Porque la soberanía sólo sirve para declarar la guerra. Por eso, a estas unidades administrativas habría que sumar unas cuantas organizaciones internacionales, entre las que sería indispensable un sistema judicial internacional.


(c) La Vanguardia y Clarín
http://www.clarin.com/notas/2009/03/02/_-01869005.htm
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Hay que expropiar a Don Carlos


En la publicidad de la AFIP, un patrón pone en blanco a todos sus empleados y estos festejan al unísono: “¡Bravo, Don Carlos!”. "No me pasa desapercibido el aire ario del patrón, el contraste cobrizo de los trabajadores, su gesto infantil ante la donación del empleador y, sobretodo, el “don” de “don Carlos”. No es “Bravo, Carlos”, no es “Muy bien, Ingeniero”, no es “Ya era hora, Gutiérrez”. No: es “Don” Carlos, como se le dice al viejito sabio del barrio, o como se dirige un niño a un adulto", dice el periodista ciudadano y agrega: "es toda una paradoja este Don Carlos, paradigma del buen patrón. Este Gobierno del mal menor rescata a los Don Carlos de la quiebra saqueando los fondos de la seguridad social, sin que se le cruce por la cabeza nacionalizar el sistema financiero para hacerle cumplir el rol que le corresponde...".

Luis Osorio.

Víctimas del sentido común. Hace no mucho publiqué un pequeño artículo titulado Doña Rosa, en que se mencionaba a ese personaje del imaginario colectivo que quiere significar un cierto “sentido común” de carácter reaccionario, que “opina” sobre seguridad, economía, educación, o lo que venga, manteniendo siempre una tesitura retrógrada. Reconociendo que -tan desprestigiada ella- hace ya algún tiempo que no la escucho nombrar por ningún político, me resulta indiscutible que son el neomenemismo de Macri y de De Narváez y el neoaliancismo de Prat Gay y el rabino Bergman los que mejor representan ese sentido común, tan irresistiblemente espontáneo como vacío de espíritu crítico. Si esta metafísica Doña Rosa muere víctima de la inseguridad (una inseguridad, digamos, correspondientemente etérea, conceptual), su funeral va parecer antes una fiesta rave que un lugar de duelo.
Objetivamente una chicana. Dicho esto, no me deja de aturdir que ciertos kirchneristas culpen a la izquierda (y más específicamente a Pino Solanas) de “hacerle el juego” a la derecha. “Objetivamente le restan votos a este gobierno, que es menos peor que la oposición”. Objetivamente nada. Una cosa es que estén a la izquierda de Macri y Carrió. Flor de mérito: en este momento hasta Mariano Grondona está a la izquierda de Macri y Carrió. Bueno, capaz que no tanto, pero un gobierno que avaló el gigantesco y asfixiante fraude de la deuda externa, que reprivatizó el petróleo, que regala los recursos mineros y que dilapida los fondos de la seguridad social con tal de no tocar al sistema financiero no es exactamente la panacea. Ni siquiera un mal menor. O por lo menos uno votable (pido perdón si la palabra no existe).
Nadie elige (por lo menos yo no lo hice) a la izquierda para “castigar” a los Kirchner. Se vota a la izquierda porque se concuerda con sus ideas. O dicho de otra forma: no es que no votamos a los Kirchner porque nos hayan defraudado, ya que en primer lugar no nos dejamos engañar, por lo tanto ¿de qué podríamos estar desilusionados? Es más, podríamos utilizar el mismo criterio, y con mucha mayor justicia, en su contra: si no quieren hacerle el juego a la derecha ¿para qué votan al kirchnerismo? ¡Voten a la izquierda, no al partido del subcomandante Urquía y el camarada Ezquenazi! ¿Para qué las medias tintas?
En fin, eso de “hacerle el juego” a la derecha es una chicana de arriba a abajo.
¡Bravo, Don Carlos! Lo que pasa es que Doña Rosa no está sola en el imaginario colectivo. Hay una propaganda que pasan bastante seguido por televisión: un patrón pone en blanco a todos sus empleados y estos festejan al unísono: “¡Bravo, Don Carlos!”. (No me pasa desapercibido el aire ario del patrón, el contraste cobrizo de los trabajadores, su gesto infantil ante la donación del empleador y, sobretodo, el “don” de “don Carlos”. No es “Bravo, Carlos”, no es “Muy bien, Ingeniero”, no es “Ya era hora, Gutiérrez”. No: es “Don” Carlos, como se le dice al viejito sabio del barrio, o como se dirige un niño a un adulto). Como se verá a continuación es toda una paradoja este Don Carlos, paradigma del buen patrón.
Este gobierno del mal menor rescata a los Don Carlos de la quiebra saqueando los fondos de la seguridad social, sin que se le cruce por la cabeza nacionalizar el sistema financiero para hacerle cumplir el rol que le corresponde y que bajo control privado no desempeña, ni mucho menos dejar quebrar a los patrones para que la producción continúe - pero bajo gestión obrera. El hecho de que esto último, que sería lo verdaderamente justo, sea económicamente “irracional” y políticamente impensable, convierte en una necesidad para los empleados que el Estado rescate a sus patrones con sus propios ahorros y aportes. Dice más extensamente el filósofo español Santiago Alba Rico: “…a los trabajadores… les puede ir aún peor si el Estado no utiliza sus ahorros para sostener a los bancos y las empresas. Después de todo, los banqueros y empresarios son los donadores de créditos y salarios como los propietarios esclavistas eran donadores de casa, alimento y protección y los señores feudales eran donadores de tierra y seguridad. Si uno era esclavo, era mejor tener un amo, incluso uno severo, que morir de frío en la montaña perseguido por los perros; si uno era vasallo, era mejor tener un señor, aunque esquilmase las hijas y las cosechas, que verlas secuestradas o incendiadas por invasores sin piedad; si uno es un asalariado o aspira a serlo, es mejor tener un banquero y un empresario, por muy exigentes que sean, que buscar comida en la basura y dormir sobre cartones. Los tres -esclavismo, feudalismo y capitalismo- constituyen dispositivos funcionales de dependencia recíproca entre desiguales”. Y agrega: “…al capitalismo, como al esclavismo y al feudalismo, no hay que reprocharles su ineficacia; hay que reprocharles su existencia” .
Don Carlos es al gobierno lo que Doña Rosa a la oposición (de derechas). Don Carlos es el correlato necesario de Doña Rosa, forman la pareja andrógina que sirve de arquetipo al sistema político.

La lección populista. Una estrofa del Canto XXXII del Martín Fierro dice:

El que obedeciendo vive
nunca tiene suerte blanda;
más con su soberbia agranda
el rigor que padece.
Obedezca el que obedece
y será bueno el que manda.


Estrofa hecha a la medida del arquetipo incestuoso señalado más arriba. Sin mal menor que valga.
Ante semejante perspectiva, hasta al espíritu más dócil le tienta parafrasear el llamamiento de la líder populista norteamericana de principios de siglo XX Mary Elizabeth Lease: “Trabajadores, lo que necesitáis es producir menos mercancías y más desorden”. Y sí: habrá que expropiar al bueno de Don Carlos.-
3/07/09 . -
Fuente: http://www.sosperiodista.com.ar/





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La que se viene
Posted: 03 Jul 2009 11:07 AM PDT

Perder apesta. Esa es la primera impresión.
La victoria opositora fue legítima e inapelable. Sólo corresponde felicitar a los ganadores, y desearles que hagan las cosas bien, ya que en este país vivimos todos.
La segunda impresión es: no es una nueva sensación. De hecho, desde mi primera votación, en 1991, hasta 2003, nunca voté a ganador. Bah, creo que sí voté a ganador en 1997, en la legislativa. Pero fue la única vez, ya que voté en blanco en 1999. El lapso desde 2003 a 2009 fue, en ese sentido, una excepción. Apoyar a un oficialismo, y que éste ganara elecciones, fue una excepción personal y, tal vez, también social.
Por lo que se ve hasta ahora, y con la salvedad de que en Argentina dos años son tres eras geológicas seguidas, volveré casi con seguridad a votar en minoría en 2011. Si nuestro futuro presidente deberá salir de la compulsa entre Macri, Reutemann y Cobos, ninguno contará con mi voto.
Algunas otras ideas, sueltas. Primero, creo que, como dice Martín: el kirchnerismo no comprendió la década del 90. O, mejor dicho, comprendió su crisis, más no su momento de éxito. No comprendió por qué Menem fue reelecto, ni comprendió qué razones tenía la Alianza para no sacar los pies del plato de la convertibilidad en 1999. No comprendió la saudade que había y hay en grandes sectores sociales por un estilo de vida pautado por las jerarquías sociales, el consumo individual, y una idea de progreso asociada con la eficacia empresaria. Y que esta aspiración es compartida, es deseada y, por lo tanto, legítima. En política, lo que existe, será representado, más pronto que tarde.

Este gobierno quiso defender una idea de la política entendida como conflicto, como épica, como movilización, como opciones dicotómicas entre un ellos y un nosotros. Y la sociedad no quiso esto. El kirchnerismo decía “pueblo” y el pueblo, o una parte importante de él, contestó: no somos pueblo, somos la gente. No se comprendió que, si había hambre de pueblo en 2001, no lo había ya hoy. Nadie, salvo tal vez un par de teóricos políticos, tiene hambre de pueblo. No comprender este tipo de cosas no tiene perdón, en política.
Pero, agregaría yo, finalmente el kirchnerismo no comprendió esto porque el kirchenerismo no pudo, o no quiso, comprender a sus propios hijos. Y fueron los hijos del propio orden kirchnerista quienes lo derrotaron en estas elecciones.

Porque el secreto nunca dicho es que los sectores relacionados con las actividades agropecuarias son hijos, en gran medida, de la devaluación del 2002 y de la administración macroeconómica que la pax kirchnerista realizó. Es decir, que sin kirchnerismo no hubiera habido campo. Así como los sectores medios y medio bajos que votaron a De Narváez también son hijos de las políticas expansivas, mercadointernistas, subsidiadoras del consumo interno del kirchnerismo. Los profesores, jubilados, empleados, laburantes que vieron sus ingresos y sus posibilidades de consumo recuperarse luego del 2003 y que hoy sienten que, vueltos al lugar social y económico que consideran natural para sí mismos, quisieron, y pudieron, diferenciarse electoralmente. Más aún porque están convencidos de que este gobierno no hizo nada por su bienestar económico reencontrado (¿recuerdan el viento de cola?) o que, incluso, lo amenaza. Estos hijos dijeron, gracias por los servicios prestados, no te debemos nada, te votamos en 2005 y te votamos en 2007 pero ahora queremos otra cosa. Y es así, nadie debe nada a nadie, nunca, en política.
Evidentemente, el gobierno cometió graves errores, y así se comió la piña que se estaba rifando.
Creo, sin embargo, que en muchos sectores que votaron en contra de este gobierno hay una subestimación del impacto de ese voto. Una señora jubilada, pensionada que sacó además su jubilación de ama de casa y que votó a Carrió “para que haga lío en el Congreso”, cuando yo le decía “cuando Macri presidente te recorte la jubilación un 13%, no te quejes”, me respondió “No va a pasar nada. ¿Cómo que va a ser presidente Macri? A Macri no lo va a votar nadie, y Reutemann no va a querer ser presidente, porque ya no quiso en el 2001. Y a Cobos no le da. y Carrió está loca. Este gobierno va a seguir igual.”

Para decirlo suavemente, no creo que sean tan fácil. El principal peligro de la hora se expresa en el titular que ví hace dos o tres días en TN: “La UIA prepara pliego de medidas para llevarle a la presidenta”. Los sectores concentrados del capital van a intentar forzar a este gobierno a realizar un ajuste brutal que les permita recomponer la rentabilidad extraordinaria a costa de los sectores asalariados, sea mediante ajuste fiscal y reducción de los gastos del estado, sea mediante devaluación, sea mediante inflación descontrolada.
Ya antes de esta derrota, el gobierno necesitaba cada milímetro de poder político posible para intentar que el peso de la crisis y del ajuste no recayera sobre los hombros de los asalariados. Ese poder político hoy se ha ido en gran medida. Y hay que tener claro que éste no se ha trasvasado hacia los hombros socialdemócratas de Binner o Stolbizer, ni siquiera a los de Solanas y Sabattella, qué aún están lejos de ser una opción de poder inmediato. Este poder se ha traspasado hacia Macri, De Narváez, Reutemann, la mesa de enlace agrícola, la UIA, la AEA, Barrionuevo, y Duhalde (quien, según leí, volvió ayer de Europa.)

Esta es la batalla que se viene en lo inmediato, y en ella hay que pensar antes de ponerse a hacer escenarios para el 2011. ¿Cón qué recursos contamos ahora para darla? ¿Qué bloque podrá resistir al llamado empresario a otro ajuste caótico? ¿Qué alianzas pueden seguir en pie? ¿Cómo quedamos los asalariados frente a esta embestida? ¿Y los pobres? ¿Cómo se defenderá lo irrisoriamente poco ganado en estos años? (Ojo, cuando digo “nosotros” no me refiero al kirchnerismo, sino a aquellos que queremos, ante todo defender la acción política como manera de lograr una mayor equidad social y económica.)
En fin. Así como ya hemos perdido antes, ya sabemos que al fin y al cabo también se puede resistir. Pero van a hacer falta todos y cada uno de los que quieran hacer el aguante, así que no es, ahora, hora de aflojarle.

Fuente : Artepolítica » Entradas"



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Sur
Politica
El gurú mediático de la derecha


Francisco De Narváez no hace casi un gesto sin el aval o la indicación de Durán Barba. Lo mismo sucedió antes con Macri.

07-06-2009 / Vida y obra de Durán Barba, el hombre que maneja los hilos de la campaña de Unión-Pro. Se lo suele presentar como un hacedor de milagros electorales. El hombre que interpreta de modo implacable el imaginario político, social y comunicacional de esta época. Y que enseña a políticos cómo ganar una elección.

Por Demián Verduga
dverduga@miradasalsur.com

Se lo suele presentar como un hacedor de milagros electorales. El hombre que interpreta de modo implacable el imaginario político, social y comunicacional de esta época. Y que enseña a políticos –y a los que aspiran a serlo– cómo ganar una elección. En la argentina fue asesor de Carlos Menem en la contienda electoral del 2003 y de Mauricio Macri en sus derrotas, pero también en la victoria que tuvo en la Ciudad de Buenos Aires en el 2007. Hoy es el principal asesor político de la campaña de Unión-Pro en la provincia de Buenos Aires. Su peso es tan grande que fue él quien impulso la decisión de darle menos protagonismo a Felipe Solá para desperonizar la campaña de la alianza de derecha. Miradas al Sur investigó sus comienzos fracasados en Ecuador. El rol central que cumplió en el gobierno de Jamil Mahuad, que dejó ese país en bancarrota. Y su camaleónico tránsito en la política mexicana. Es la historia del consultor preferido de la derecha regional: Jaime Durán Barba.

Inicios de un propagandista.

La primera incursión como asesor político de Durán Barba fue en su país, Ecuador, en el año 1988. En ese momento trabajó con Jamil Mahuad, una de las figuras de la derecha del país andino. Su debut no fue el mejor. Mahuad sacó el 11 por ciento de los votos en la elección presidencial y quedó en quinto lugar. El ganador fue Rodrigo Borja. Cuatro años después, Barba volvería a trabajar con la figura más importante de la derecha ecuatoriana en ese momento, con posibilidades de llegar a la presidencia: Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, ciudad bastión de la derecha en el país andino. “Asesoró dos veces a Nebot: en 1992 y 1996 y en ambas perdió”, dijo a Miradas al Sur una fuente desde el Ecuador. En el ’92 Nebot fue derrotado por Sixto Durán Ballén y en el ’96 por Abdala Bucaram. Pero no todos fueron fracasos, Barba, tuvo su primer éxito finalmente. En 1998 fue el cerebro de la campaña, otra vez, de su amigo, Jamil Mahuad, y ganó la elección. Mahuad llegó en medio de una crisis política y económica a reemplazar a Fabián Alcarcón, que había sido presidente interino luego de que una revuelta cívico militar derrocara a Abdala Bucaram. Es importante repasar la acción del gobierno de Mahuad. Ya que Barba fue una pieza clave; no sólo en la campaña sino en la gestión.

Barba en el poder.

En una de las paredes del primer piso del palacio presidencial de Quito hay un maravilloso mural del pintor ecuatoriano Osvaldo Guayasamín que retrata el descubrimiento del río Amazonas en el siglo XVI. Subiendo por la escalera un piso más está la oficina del presidente y, a pocos pasos, la del secretario de la administración. Ese fue el cargo que Barba ocupo durante el mandato de Mahuad. “Barba era parte del núcleo duro de decisión de ese gobierno”, dijo la misma fuente desde Ecuador.
Durante los 18 meses que duró la gestión, la inflación promedio fue de más del 50 por ciento anual y el déficit fiscal era 6 por ciento del PBI. En medio de esta situación el gobierno presentó un plan muy parecido a los que se conocieron en Argentina durante los ’90: privatizar los servicios de teléfono, luz e hidrocarburos. En esa gestión tuvo lugar el corralito ecuatoriano que, en la práctica, destruyó a la ya pequeña clase media de ese país. Se firmó el acuerdo con Estados Unidos para que la potencia pudiera utilizar la base de la Fuerza Aérea en la provincia de Manta. Y con eso Ecuador se transformó en un punto logístico importante para el Plan Colombia. Pero el golpe de gracia se dio pocos días antes del final del gobierno. Ya que muchas de estas medidas –sobre todo las económicas– no pudieron realizarse cabalmente por la protesta social. El 9 de enero del año 2000 se anunció la dolarización de la economía ecuatoriana que continúa hasta hoy. Y doce días después terminaba el gobierno con una revuelta popular encabezada por el movimiento indígena. Mahuad cayó en desgracia, pero su amigo, asesor y funcionario, Duran Barba, seguiría viajando por América Latina en su rol de consejero. Así llegó a México.

El Camaleón.

En el país azteca, Barba, aspiraba a ser el asesor del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, conocido como Amlo. En esos años, Obrador era jefe de gobierno del Distrito Federal y el político mexicano que se perfilaba como principal emergente contra el neoliberalismo, con altos índices de popularidad. El deseo de Barba nunca se cumplió. “El consultor hizo correr el rumor de que asesoraba a López Obrador pero Amlo lo desmintió públicamente”, dijo una fuente que pidió reserva desde México. La explicación de Obrador fue simple: no tenía ninguna coincidencia ideológica con Barba. Pero es significativo conocer quién impulsaba a Barba dentro de las filas de Amlo. La tarea estaba a cargo de un funcionario del gobierno de la Ciudad de México, amigo de Barba, René Bejarano. Este político mexicano sería famoso por haber sido filmado por el empresario mexicano-argentino Carlos Ahumada, aceptando sobornos que el empresario ofrecía. Ahumada no lo filmó para denunciarlo sino para extorsionarlo. El propio empresario lo cuenta en un libro que se publicó en México hace pocas semanas: Derecho de Réplica. Los videos, finalmente, Ahumada se los vendió a la derecha mexicana por un dinero que, según el empresario, nunca cobró. Cuando estalló el escándalo y los videos aparecieron en la prensa mexicana salió a luz la relación de Bejarano con Barba y este terminó cambiando de bando. Fue asesor del actual presidente de México y adversario de Obrador en las elecciones del 2006, Felipe Calderón. La asesoría a Calderón es uno de los éxitos con los que Barba suele presentarse. No hay que olvidar que Calderón le ganó la elección a López Obrador con sólo 230 mil votos en un país de 100 millones de habitantes. Y que las irregularidades y sospechas de fraude fueron muchas. La plaza del zócalo del D.F. fue testigo de protestas con decenas de miles de manifestantes cuestionando el resultado de la elección.
Pero sin desmerecer los triunfos que Barba ha tenido como asesor se puede echar una mirada al mapa político de América Latina. Se encuentra lo siguiente: en Ecuador –el país de Barba– gobierna Correa. En Venezuela Hugo Chávez y en Brasil, Lula. Cristina Kirchner está al frente en Argentina. En el caso de Guatemala, el socialdemócrata Álvaro Colom. En Honduras, el declarado amigo de Chávez que hizo ingresar al país centroamericano al Alba, Manuel Zelaya. En el Salvador, Mauricio Funes, del frente Farabundo Martí. En Nicaragua, el sandinista Manuel Ortega. En Bolivia, el cocalero Evo Morales. En Panamá, nada menos que Martín Torrijos, hijo del Perón Panameño. Ninguno de estos presidentes fue asesorado por Barba ni llegó a la primera magistratura con las campañas edulcoradas que son la especialidad del consultor. ¿Es posible decir que su visión de la política y las campañas es la que se está imponiendo en la región? ¿O la visión que Barba representa es justamente la que ha retrocedido? Por lo menos hay que preguntárselo.

Fuente: www.uol.elargentino.com





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Libertades y comunes
Samuel . 2009/07/07 14:02:23.874 GMT+2
Quilombo

"[La burguesía] enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas [chartered freedoms] y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación". Karl Marx, Manifiesto comunista (1848)

Durante dos meses, desde el levantamiento del 9 de abril, los pueblos de la Amazonía peruana se enfrentaron al gobierno de Alan García con cortes de carretera y la ocupación de oleoductos y gasoductos. Aguantaron la embestida militar del gobierno, que provocó decenas de muertos y, tras recibir un importante apoyo interno e internacional, lograron paralizar los proyectos de privatización de los bosques peruanos. El Decreto Ley 1090, ahora suspendido, dejaba fuera del régimen forestal nada menos que 45 millones de hectáreas, el 65 % de la masa forestal del Perú, con lo que dichas tierras podían ser vendidas a las multinacionales. Este y otros decretos se apoyaban en el Tratado de Libre Comercio firmado con los Estados Unidos, documento de carácter cuasi-constitucional, es decir, con rango superior a la legislación interna. Frente a este tratado, los indígenas peruanos invocan otras normas supranacionales, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas.
Quince años atrás, el 1 de enero de 1994, indígenas de Chiapas se alzaron en armas coincidiendo con la entrada en vigor de otro tratado, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, en inglés). Sobre la base del mismo, el gobierno mexicano había promovido la reforma del artículo 27 de la Constitución mexicana, que reconocía la propiedad comunal de los ejidos. En sus primeros comunicados el Ejército Zapatista de Liberación Nacional reivindicaba que "el artículo 27 de la Carta Magna debe respetar el espíritu original de Emiliano Zapata: la tierra es para los indígenas y campesinos que la trabajan. No para los latifundistas." Antes, en la Primera Declaración de la Selva Lacandona, el EZLN se había referido a la Constitución para justificar el derecho a la rebelión:
"Para evitarlo [que nos quiten todo] y como nuestra última esperanza, después de haber intentado todo por poner en práctica la legalidad basada en nuestra Carta Magna, recurrimos a ella, nuestra Constitución, para aplicar el Artículo 39 Constitucional que a la letra dice:
«La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo el poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.»"

La mención que hacían los zapatistas de la palabra Carta Magna llamó en 2002 la atención del historiador Peter Linebaugh, co-autor de "La hidra de la revolución" y uno de los grandes especialistas de la historia de los de abajo. En un momento en que el gobierno de George W. Bush desmantelaba garantías jurídicas en nombre de la libertad, construía un aparato policial a la medida de su "guerra contra el terror", e invadía Afganistán, a Linebaugh le sorprendió la defensa que hacían los indígenas chiapanecos... ¿del famoso texto legal inglés de 1215?. Pronto descubrió que se trataba de un malentendido, pues en español es habitual referirse a la constitución con la expresión Carta Magna. Pero el hecho de que ese término perdurara en el mundo no anglosajón y que se invocaran derechos constitucionales para defender los bosques y la tierra frente al expolio y la privatización, llevó a Linebaugh a redactar primero un panfleto, que luego se convirtió en un curioso libro de historia: "The Magna Carta Manifesto: Liberties and Commons for all" (University of California Press, 2008).

Amazónicos y chiapanecos entienden que sus derechos y libertades dependen de la apropiación común de la tierra y de los bosques. Para defenderse invocan textos de carácter constitucional, es decir, aquellos que se sitúan por encima del legislador, de los representantes de la soberanía nacional que amparan el expolio y los cercamientos. Lo que Peter Linebaugh nos descubre es que la historia de la Carta Magna, el famoso documento sancionado por el rey Juan I en Runnymede tras la rebelión de los barones, es una en la que las libertades y los derechos jurídicos y políticos no pueden entenderse sin la supervivencia económica, que pasa por el aprovechamiento colectivo de los bienes comunes. Por esta razón, es también la historia del enfrentamiento por la interpretación de su legado. La Carta será mencionada tanto por quienes lucharon contra la esclavitud y la libertad como por quienes quisieron justificar la opresión y la explotación.

En su libro Linebaugh nos relata las diferentes interpretaciones (documental, legal, cultural y constitucional) y la suerte desigual que han tenido las dos Grandes Cartas de las Libertades de Inglaterra: la Carta Magna (1215) y la Carta del Bosque (1217), cuyo contenido íntegro recoge el libro. En ambos documentos, "los derechos políticos que derivan de la restricción del comportamiento autocrático se complementan con los derechos comunes que restauran los usufructos de subsistencia (bienes o usos requeridos para el bienestar)." La Carta Magna protegió los intereses de la Iglesia, de la aristocracia feudal, de los mercaderes y de la comunidad judía. Pero también reconoció a los commoners".

La interpretación jurídica e historiográfica liberal relegó la Carta del Bosque y artículos significativos de la Carta Magna al apartado de reliquias medievales. Los artículos 47 y 48 de la Carta Magna hacen referencia directa al bosque, es decir, al modelo energético de la época. El artículo 47 no obligaba a la tala de los bosques, como se lee en alguna traducción incorrecta de la versión latina o inglesa al castellano, sino a convertir los bosques de la Corona, donde no se podía cazar o aprovechar su leña, en bosques comunales (deafforestentur). El crecimiento del poder de la Corona, esto es, del Estado, se apoyaba precisamente en el dominio real de los bosques sujetos a las leyes del soberano.
La situación de la mujer está estrechamente relacionada con el acceso a los recursos forestales y a los bienes comunes. El artículo 7, que hace referencia al derecho que tiene la viuda a entrar en posesión de su dote y de su cuota hereditaria, sufrió una mutación aún más temprana. A la frase "podrá permanecer en la casa de su marido cuarenta días tras la muerte de este, asignándosele durante este plazo su dote" la Carta Magna original añadía una frase muy importante que desaparece en la versión de 1217: "y tendrá en ese período su derecho razonable a recoger leña de las tierras comunales “[she shall have her reasonable estover in the common] (...). Para construir, para tener combustible, para cocinar. En suma, para su sustento. Será la guerra civil y el enfrentamiento con Francia, que acabaron dejando muchas viudas, los que expliquen el abandono de esta norma al cabo de tan sólo dos años.
En el artículo 8 se añade que "ninguna viuda será obligada a casarse mientras desee permanecer sin marido. Pero deberá dar seguridades de que no contraerá matrimonio sin el consentimiento regio, si posee sus tierras con cargo a la Corona, o sin el consentimiento del señor a quien se las deba". El sistema señorial y la posición de subordinación de la mujer en la Inglaterra medieval del siglo XIII no debe ocultar el hecho de que el documento estaba reconociendo importantes derechos a la mujer viuda: libertad para (no) contraer matrimonio y derecho de subsistencia. Y esto no es casualidad, es una consecuencia de su lucha y resistencia.

Para los oprimidos y explotados, las libertades no se entendían sin el reconocimiento de los comunes. Artículos como el 39, del que deriva el habeas corpus, la prohibición de la tortura o el juicio por jurado popular, o el 41 (libertad de movimiento) se consideraban conquistas equivalentes a lo que hoy se denominarían derechos sociales, actualmente derechos que se distinguen de los derechos civiles y políticos. La diferencia es que una concepción de los derechos comunes inserta éstos en una ecología determinada, en una determinada praxis del trabajo colectivo y con autonomía con respecto a la ley y el Estado.
Linebaugh explica el recorrido de las Cartas de las libertades durante la transición del feudalismo al capitalismo durante los siglos XV y XVI. El revolucionario siglo XVII será aquel en el que la Carta Magna comienza a adaptarse al liberalismo incipiente, al tiempo que la Carta del Bosque queda relegada al olvido. Son los tiempos de la Petition of Rights (1628), los debates de Putney (1647) y la ley de Habeas Corpus (1679). Pero también son los tiempos de la plantación esclavista, de la expansión colonial y los ataques a las mujeres (brujería), del cercamiento (enclosures) de las tierras comunales.
El siglo XVIII contemplará el renacimiento atlántico de la Magna Carta, que inspirará los movimientos por la independencia de los Estados Unidos. Pero este documento, desprovisto de las cláusulas relativas a los bienes comunales, y vinculado a una Declaración de Independencia que es también una declaración que defiende, no recorta, el poder del Estado, permitirá que la independencia americana se base constitucionalmente en una nueva expropiación, la de las tierras colectivas indígenas, y la esclavitud. Esta expropiación continuará en las colonias, como se explica en el capítulo relativo a la India. En América, y a través de una lectura de la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del análisis iconográfico de las pinturas y murales realizados sobre la Magna Carta durante los siglos XIX y XX, Linebaugh nos cuenta cómo el declive de su funcionalidad legal coincide con su idolatría como símbolo del individualismo y de una supuesta civilización anglosajona.
Con la Patriot Act, la creación de prisiones especiales como la de Guantánamo y las deportaciones clandestinas de detenidos, George W. Bush daba un paso importante en la derogación de libertades reconocidas en la Carta Magna y en leyes como la de Habeas Corpus (1679), cuyo nombre completo es, por cierto, "Acta para completar las libertades de los súbditos y evitar las deportaciones a ultramar". Y lo hizo sobre la base de la defensa de las libertades, palabra que repitió hasta la extenuación. Pero cuando el 20 de septiembre de 2001 quiso emular a Franklin D. Roosevelt y su discurso sobre las Cuatro Libertades, sólo mencionó dos: libertad de religión y libertad de expresión. Obvió otras dos libertades que en castellano conviene traducir más bien como liberación: liberación de la necesidad (freedom from want) y liberación del miedo (freedom from fear). La apuesta neoconservadora por la agresión imperialista, la depredación y el control social no necesitaba mencionarlas.
El libro es rico en relaciones transhistóricas, a veces algo forzadas, y el término común se declina reiteradamente en todas las variantes posibles, lo que no empaña el sentido general del mismo. Abundan también algunas licencias poéticas que no serán del gusto de los más academicistas.
Como declara su autor en la introducción, el objetivo de The Magna Carta manifesto es volver a poner los comunes en la agenda de la constitución política. Y vincularlos con la no siempre bien entendida cuestión de la libertad. Una comparación entre los procesos constituyentes de América Latina y Europa desde esta perspectiva nos descubre muchas cosas: si allá el conflicto político derivado de una acelerada acumulación por desposesión (que incluye un nuevo ataque a los bosques y a las comunidades) sigue abierto y las fuerzas populares están forzando cambios constitucionales que se traduzcan en mayores derechos y espacios de autonomía, en la estancada Europa los fracasados intentos de reforma constitucional desde arriba, desde parámetros neoliberales y con una obsesión por la seguridad, no están logrando otra cosa que nuevos cercamientos (propiedad intelectual, prohibición del P2P, control de internet), una progresiva limitación de la democracia y de los derechos civiles y políticos.

Se trata de una forma de volver a hablar de comunismo y de democracia, sin los pesados lastres de la experiencia soviética, de debates caducos. En un pasaje Linebaugh nos regala una estrofa de un poema medieval de William Langland, Piers Ploughman, aquí conocida como Pedro el Labrador, unas pocas frases que conectan sin pretenderlo siglos de historia en una lucha inacabada, el periodo previo a la acumulación primitiva inglesa y el capitalismo cognitivo en ciernes.

“Porque la inteligencia humana es como el agua, el aire y el fuego, no puede ser comprada o vendida. El Padre de los Cielos hizo que estas cuatro cosas fuesen compartidas en la Tierra en común. Son tesoros de la Verdad, libres para el uso de todos los hombres honestos, y nadie puede añadir nada a ellas o disminuir nada en ellas sin la voluntad de Dios.”


Fuente : http://www.javierortiz.net/





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Lunes 07 de Julio 2009
Se celebró el 86º Aniversario de “La Idea”

En el Centro Cultural El Puente, el pasado lunes 6 de julio se celebró el 86º aniversario de La Idea, el periódico fundado por Nicolás Pedernera el 9 de julio de 1923.
En la oportunidad se realizó una charla a cargo del destacado diseñador gráfico Miguel De Lorenzi (a)“Cachoíto”, sobre temas relacionados con la impresión de periódicos y la lectura de diarios en diferentes soportes en la actualidad, tales como el tradicional papel y el actual diario digitalizado.

Durante el acto, la colaboradora del periódico Graciela Gonnano leyó los mensajes de salutación recibidos del Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba, del Centro de Jubilados de Prensa y del periodista Enrique Lacolla.

Al finalizar el acto, nuestro columnista Ricardo Valentini hizo entrega a De Lorenzi de un recordatorio que consigna que fue declarado "Visitante Ilustre de La Idea". De Lorenzi destacó que este medio es único en la provincia de Córdoba, en la Argentina, en América Latina y hasta en el mundo en razón de que la tecnología con que se imprime ya no se utiliza debido a los avances en el área de impresión de periódicos.


Si bien existen imprentas que trabajaron con esta tecnología de tipos móviles, ninguna está en capacidad de editar un periódico como ésta. Ninguna está trabajando. En las palabras previas a la charla, Alicia Ares expresó que ésta es la historia extraordinaria de La Idea, el periódico que pertenece a esta ciudad y que muchos leen sin saberla. El hecho de tener un verdadero museo tipográfico en actividad es realmente extraordinario y no debe perderse.

En ese sentido se llevará adelante en los próximos meses la transformación de este grupo de amigos solidarios y trabajadores sin intereses económicos, en una Fundación con el objetivo de que el periódico siga existiendo en el futuro.

Otra de las urgentes necesidades que deben atenderse es la formación de tipógrafos dentro de esta tecnología totalmente dejada atrás por el progreso, pero que debe ser conservada, así como se conservan las formas de vida animal y vegetal para que el planeta mantenga su biodiversidad. Con ese motivo, será abierto un Registro de Aspirantes a Aprendices de Tipógrafos en La Idea.

Los interesados deberán tener el secundario aprobado o ser estudiantes del último año, y deberán demostrar un claro interés por la tarea a aprender. Para estos cargos se contará con el aporte económico de la Provincia a través del Programa de Rescate de los Oficios.-




Imágenes del día 06 de Julio del cte.:
















Saludos y visitas recibidos con motivo el 86° Aniversario


*Centro Jubilados de Prensa de Córdoba

*Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba

*El periodista Enrique Lacolla, en su nota, entre otras cosas, expresó:

“Me hubiera gustado encontrarme con Uds. para celebrar el octogésimo sexto aniversario del periódico, pero no pudiendo hacerlo, quiero enviarles un saludo como periodista y como militante de la causa nacional. El oficio periodístico es apasionante, aunque en muchas ocasiones ingrato. Mantenerse en pié, como hacen ustedes, basándose en expedientes de la época casi artesanal del periodismo, testimonia su voluntad, su entusiasmo y amor por la esencia del oficio, que consiste justamente en comunicar ideas, mas allá de las políticas de marketing. Espero que persistan en la quijotada, mientras todos tratamos de encontrar los expedientes que puedan hacer de vuestra existencia algo menos precario y mas provisto de la posibilidad de irradiarla a nivel provincial y regional.”


Historiadoras y Periodistas en "La Idea":

En el marco de su cumpleaños número 86,“La Idea”, sigue recibiendo visitas. Así ocurrió el Sábado 11 de julio, cuando llegaron hasta aquí la escritora cordobesa Mónica Ferrero, la periodista del diario Nuevo Sumario de Alta Gracia, Susana Salas; Aurelio Argañaraz, uno de los fundadores de la agrupación “Carta Abierta” en Córdoba, y el Museólogo Luis Rosanova, ex Director de Cultura de Alta Gracia.

Tanto Ferrero como Salas están investigando la historia del movimiento anarquista y la vida de la militante Iris Pavón, quien residió y desarrolló su lucha libertaria en Cruz del Eje. “Es necesario que todos apoyemos la organización de una agrupación que se esfuerce para salvar este proyecto editorial tan importante, algo que ayude a comprar el antiguo edificio y asimismo trabaje para recuperar el antiguo archivo a punto de desparecer para que no se pierda la memoria que él guarda”, coincidieron las dos, quienes a su vez agradecieron el invalorable apoyo de Nicolás Pedernera, hijo del Fundador de “La Idea”, quien facilitó obras material esencial de su biblioteca, de Carlos Ubelino Castro, nuestro tipógrafo, del escritor José Luis Planas Osorio, y del Director de este medio, Dreifo Omar Alvarez. -




Video sobre "La Idea", publicado en www.sumarioenred.com, diario digital de Alta Gracia, por la periodista Susana Salas :



Fuente : http: // youtube.com/watch?v=AbAF0-trHuk





Visita del Centro de Jubilados del Cispren de Córdoba







El día Viernes 17 de Julio del cte., recibió el periódico “La Idea” la grata visita de mas de 60 personas del Centro de Jubilados de la Prensa de Córdoba, de Jubilados de la U.N.C., y de E.P.E.C., que conocieron sus instalaciones, en el momento preciso en que se estaba de imprimiendo el periódico regional, viendo como funcionan las máquinas de esta Imprenta, con tecnología “arcaica“, por así denominarla, prácticamente el único diario en el mundo que se imprime de este modo.

“Volvimos a los 17 años …”, se escuchaba entre la multitud. “Miren, esto es un “clissé”…, agregaba otro. Estaban presentes muchas personas que habían vivido en los diarios de Córdoba y de la Provincia la mayor parte de su vida, en noticieros televisivos, y medios de comunicación social y se emocionaban al ver la forma en que se imprime nuestro periódico, ya superada en las grandes urbes, por otras tecnologías mas avanzadas.

Recorrieron “La Idea”,su taller, su patio, y conversaron con sus colaboradores y columnistas, coincidiendo unánimemente en la necesidad de rescatar este Patrimonio Cultural de la Provincia y del país todo, especialmente su precioso Archivo, que se encuentra deteriorándose de forma permanente, y en colaborar en lo que sea para el sostenimiento de este periódico y su continuación en el tiempo .

Mas tarde fueron a conocer la Casa-Museo del Dr. Arturo U. Illia, una fábrica de Aceite de Oliva de la zona, el Dique de Cruz del Eje, emprendiendo luego el regreso a la Ciudad de Córdoba, en horas de la tarde.-










El Dr. Dreifo Omar Alvarez recibe, en nombre de "La Idea", un pergamino conmemorativo de la visita al periódico, con motivo de sus 86 años .-










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Los intelectuales / Francis Pisani
"La gente todavía le tiene mucho miedo a la tecnología"

Es por desconocimiento, dice el politicólogo francés, especializado en nuevos medios
Noticias de Cultura: Miércoles 19 de noviembre de 2008


"Muchos pensaron que no haría falta aprender, y ahora ven que es imprescindible hacerlo", dice Francis Pisani
Foto: Ignacio Escribano
Ignacio Escribano
Para LA NACION


NORTH BERKELEY, California.- "Me abruma la diferencia entre la cantidad de gente que se mete y participa en Internet y la que no sabe prácticamente nada al respecto. Hay un desconocimiento y un miedo generalizado a usar la tecnología que me sorprende todos los días. Es más: me canso de escuchar a periodistas que dicen conocer y usar asiduamente las herramientas de la Red, pero que, en verdad, no las conocen. Si las usan, lo hacen mínimamente, de manera ridícula."

Francis Pisani, de 66 años, se expresa en un español airoso con ligero acento francés, su lengua natal (nació en París), y puede hacerlo con igual fluidez en inglés y portugués y, con algo menos de soltura, en italiano o japonés.

Doctor en Ciencias Políticas y Estudios Latinoamericanos por la Sorbona (donde también cursó estudios superiores en Sociología y Economía Política) y licenciado en Derecho Público, Pisani dicta cursos y conferencias sobre nuevos medios, redes sociales, tecnología informática y relaciones internacionales en las universidades de Berkeley y Stanford (Estados Unidos), en la Iberoamericana de México y en la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, de Colombia.

Actualmente, escribe para las ediciones online de El País (Madrid), Reforma (México) y Le Monde (París). Sus artículos e historias han sido publicados por más de cien diarios y revistas en Europa, América, Africa y Asia.

"Nos comunicamos cada vez con más gente mediante mensajes cada vez más cortos. La abundancia de información viene acompañada de una tendencia a lo escueto. ¡Excelente! Pero la tensión entre breve y múltiple no está a punto de ser resuelta. Nada mejor para entenderlo que Twitter, última moda entre los adeptos a la Web 2.0", observa Pisani, rodeado de plantas, libros y pinturas de colores vivos, mexicanos, como su mujer.

-¿Qué sería utilizar Internet "mínimamente"? ¿Usar sólo Google y el correo, por ejemplo?

-Por ejemplo. Pero agregaría que en Google muchos ni siquiera saben usar las comillas, o cosas por el estilo. El uso que se le da es tremendamente limitado.

-Hace poco, dio un taller para periodistas de Le Monde . ¿Alguna anécdota al respecto?

-La conclusión casi unánime a la que llegaron varios de los participantes al finalizar el taller. "Nos sorprende que hayamos sido tan poco curiosos", dijeron. Otro ejemplo: ninguno de ellos conocía el sistema de ayuda que ofrece Google. Es decir: no saben preguntarle al sistema, cuando la respuesta está allí mismo.

-¿A qué atribuye ese fenómeno?

-A que tienen miedo.

-¿Miedo?

-Sí. Y me lo dicen. Tienen miedo. De los 34 que tomaron el último curso que dicté sólo tres o cuatro utilizaban flujos RSS. Es más: una persona me llegó a preguntar cuál era la diferencia entre Google y Firefox.

-¿Alguna observación sobre sus viajes de trabajo por América latina?

-Sí: que muchos pensaron hace un tiempo que no iba a hacer falta pagar el costo de aprender cómo usar toda la tecnología disponible. Ahora han comenzado a darse cuenta de que es indefectible hacerlo. Se advierten dos tipos de actitudes: o se empeñan en aprender y aplicar la tecnología o se cierran aún más. Esa gente que tuvo la ilusión de que iba a poder prescindir de la tecnología se equivocó.

-¿Con qué argumentos se minimizaba el poder de lo digital?

-Uno de los más difundidos era que no iba a haber penetración suficiente en la región. Ahora, ¿quiénes leen diarios en América latina? Generalmente, la gente de clase media de las ciudades. Bueno, entre esa gente la tasa de penetración de Internet con banda ancha es bastante elevada. Sí, es cierto que todavía no se sabe cómo ganar dinero online , pero si uno se queda esperando a que todo se resuelva para entrar en el juego, cuando quiera participar tendrá a un montón de usuarios que ya migraron a otros sitios y estará varios kilómetros detrás del resto.

-¿Cuáles son "las cosas básicas" que no puede desconocer un periodista del siglo XXI? ¿Cómo subir un video, o saber qué es RSS, por ejemplo?

-¡Ni siquiera me refiero a eso! Estoy hablando de algo muy anterior. Aunque los RSS, sí, me parecen un punto básico y fundamental. Lo primero, para mí, sería entender y conocer las herramientas que ofrece Google, por la sencilla razón de que es sumamente fácil y, además, gratis. Cómo interrogar mejor un motor de búsqueda, cómo tener un documento online , cómo editar un documento de a dos? A ese tipo de cosas me refiero. Curiosamente, mucha gente, periodistas incluidos, desconoce que existe Skype o herramientas de comunicación online por el estilo, de incalculable valor y practicidad. Pero volviendo a los RSS, sí, considero esencial saber cómo buscar los flujos y organizarlos con alguna de las dos grandes vertientes, que son Netvibes y Pageflakes, o Google Reader, que para un periodista me parece todavía más amigable.

-¿Qué les enseña a los periodistas en sus cursos?

-Básicamente, cómo organizar la información y cómo encontrarla. En una segunda instancia, se profundiza en cómo publicar online , en lo posible, en formato multimedia, y no sólo en texto. Esto último, sumado a la creación de blogs, es un excelente ejercicio para los periodistas de la prensa tradicional.

-¿Recibe algún diario en papel?

-Ya no. Estaba suscripto a The New York Times , pero la verdad es que se me fueron las ganas de pagar los 600 dólares anuales.




El personaje

FRANCIS PISANI
Sociólogo y Politicólogo
Graduado en: La Sorbona

Edad: 66 años

Origen: nació en París, pero dice de sí mismo que es extranjero, porque vivió en Japón, Cuba, México y los Estados Unidos

Periodista: para la agencia AFP, cubrió la Guerra de Vietnam

Novelista: escribió Huracán, corazón del Cielo.


Comentarios y respuestas

arce_enrique
20.11.08
18:47
Una cosa es la computadora con su monumental memoria tecnológica, y otra es el hombre creador de la máquina. No juguemos al "aprendiz de hechicero". Estudiemos su corazón mecánico si se nos hace necesario, pero sepamos conscientemente que el hombre es el amo. No nos ofusquemos con la máquina, evitando así convertirnos en seres robóticos. Ya bastante tenemos con los medios visuales y auditivos que proliferan por doquier tratando de destruir nuestras libertades, bastión glorioso del ser humano.

TheneoHouse
19.11.08
22:30
Miedo a la tecno: No creo que sea un miedo general, ha generalizado la cuestión por haber escuchado a una persona decir que sentia miedo. Decir solamente "tengo miedo" es no fundamentar y no tener la capacidad de esplayarse con libertad sobre el asunto; que se traduce como ignorancia sobre el tema. El miedo es miedo al ridiculo no a la tecnologia. Se sabe que el hombre actual tiene presente inconcientemente que esta siendo observado. Por eso hasta usar un medio como internet es socializar con un otro. Suena ridiculo pensar que la pc nos pueda juzgar pero...el hombre hace muchos cosas ridiculas. Den credito!! Sobre el uso de comillas: Depende de a la persona, de los estudios que presente. Incluso, podemos agregar que el ritmo de vida acelerada de la actualidad nos hace escribir queriendo ser lo más rápido posible. Se omiten de este modo comillas, acentos, ortografia. Si quieren un ejemplo de esto lean sus sms.mezcal150
19.11.08
19:31
Hay que superar el umbral de frustración que importa aprender.Si te gusta el tema, bien o lo tomas como un reto.- Hace dos años mi hijo menor me enseñó a descargar movies de la web, grabarlas en un DVD y verlas en un reproductor de mesa. Espectacular ver una peli por noche sin propaganda Hay todo un "dialecto", pero el gozo de ingresar en el mundo vedado de los adolecentes es fascinante.- Por mi contacto con la gente de los foros, no se imaginan la cantidad de adultos que lo hacen.- Es como formar un biblioteca y leer cuando, como, y lo que uno quiere.-

Fuente : http://www.lanacion.com.ar/




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Tecnofobia:
Miedo a la tecnología.

Definición ampliada:

Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a la tecnología.
No necesariamente se trata de un miedo irracional, la tecnofobia también se refiere principalmente al rechazo a las nuevas tecnologías, generalmente está justificado y no necesita ser curado como sí sucede con las fobias en general.
En la actualidad existen sociedades tecnofóbicas, como por ejemplo los amish en EEUU, quienes intentan vivir con tecnologías antiguas y rechazando los cambios.
Generalmente, los tecnofóbicos rechazan las tecnologías modernas, y suelen justificar su manera de actuar y de pensar diciendo que la dependencia de las tecnologías modernas puede ser perjudicial para las personas, tanto desde el punto de vista emocional como también el físico. La existencia de la tecnofobia es un factor para que existan analfabetos tecnológicos (personas incapaces de manejar un ordenador o un cajero automático).
La tecnofobia ha sido representada en diversas obras de ficción o cultura popular. Un ejemplo clásico es la novela de Mary Shelley, Frankenstein, que se ha convertido en todo un ícono de la cultura popular incluso entre aquellos que nunca han leído la novela. Dentro del cine, películas como Blade Runner, Terminator y sus secuelas, Yo Robot y la trilogía Matriz, ilustran perfectamente este concepto.
El antónimo de la tecnofobia es la tecnofilia, es decir, el gusto por las nuevas tecnologías.

Link:

http://usuarios.iponet.es/ddt/tecnofobia.htm





Los E-books replantean el futuro de los libros y diarios en soporte papel









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En un 1° de Julio…

En esta fecha, se conmemoran dos acontecimientos de notable influencia en la historia contemporánea de nuestro país. El suicidio de Leandro Nicéforo Alem, en el año 1896, y el fallecimiento del entonces por 3ra. vez Presidente del a Nación, Tte. Gral. Juan Domingo Perón, en el año 1974.

Ambos ejercieron notablemente influencia en los hechos que se sucedieron a los mimos. En el caso de Alem, desilusionado por la realidad política, en especial del propio partido que fundara, la UCR (UNION CIVICA RADICAL), dicen algunos historiadores y biógrafos, por la traición de su sobrino Hipólito Yrigoyen en la Provincia de Buenos Aires, yhata algunos insinúan una causa de orden sentimental, se disparó un tiro mientras iba al Club del Progreso en su carruaje. Pese al continuidad del liderazgo intransigente de don hipólito, el radicalismo no volverá a ser el mismo luego de la muerte de su líder y fundador, en especial en su faz combativa contra el Régimen, como se denominaba al sistema político fraudulento y al sistema social discriminatorio, de exclusión social , y culturalmente europeizado, ( afrancesado ),y económicamente dependiente del Imperio Británico, implantado por la Generación del 80, luego de la guerra de exterminio de los pueblos originarios de nuestra tierra y de los gauchos que no supieran adaptarse a la edificación de la Europa en América, o sea la transformación de estas tierras fértiles en la de los “ganados y las mieses” lugonianas que abastezcan con alimentos a la vieja civilización europea.

La muerte del General Perón, acaecido en medio de una época difícil para los argentinos, en donde por un lado se habían recuperado las instituciones democráticas luego de muchas décadas de frustraciones, de proscripciones, de gobiernos semi-legales, de golpes de estado cívico-militares, y por el otro , las acechanzas de los enemigos de la democracia, y de los cambios políticos, sociales y económicos hacia un orden mas justo, mas libre y soberano, ya amenazaban los países vecinos, como Uruguay, Brasil, y el golpe sangriento en Chile, el 11 de Septiembre de 1973, originaron una época turbulenta de violencias, desencuentros entre los argentinos , y crisis casi permanente que terminará en el golpe del 24 de marzo de 1976, que implementara uno de los regímenes de Terrorismo de Estado mas crueles de nuestra historia y de la historia universal. El anciano líder justicialista había regresao a la Patria con un mensaje de paz, de reconciliación y de unidad nacional. Así l comprendieron los partidos políticos de la oposición, en especial el líder de la U.C.R., , el Dr. Ricardo Balbín, otro un tenaz adversario del ex mandatario, y parecía abrirse una época de consenso y conciliación politica, de paz social y de crecimiento económico. Fue un espejismo que duró unos pocos meses, abriéndose luego la Caja de Pandora de los males para nuestro querido suelo patrio.

El nido de la serpiente estaba intacto, se había incluso mimetizado en el gran movimiento nacional y popular y esperaba la hora de la venganza social y pólpitica, desencadenando una ola de muerte, crímen, y violaciones a los derechos humanos , como nunca se conociera antes.

Entendemos que hubo algunos que fueron responsables de la masacre, por acción o por omisión, pero - años de esos tiempos vertiginosos - nos atreveríamos a preguntar: que hubiera sido de la historia del país, si se hubiera proclamado , en ese año 1973 la fórmula PERON-BALBIN, como querían el propio “Viejo” y el “Chino “ , como se los denominaba popularmente, y no se hubieran opuestos los grupúsculos sectarios de extrema derecha y de extrema izquierda, que decían :” mientras peor, mejor …”, y los militares hubieran tenido que permanecer en sus cuarteles, sin intervenir en los asuntos de la Patria.

Nos hubiéramos ahorrado mucho dolor, mucho luto, mucho llanto y mucha sangre, en este bendito suelo .-

Licurgo. Cruz del Eje , Julio 2009.




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Sábado, 20 de Junio de 2009
Entrevista a Catherine Brechignac, presidenta del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS)
“Es indispensable que el mundo entero sea laico”

La ciencia argentina enfrenta el desafío de la integración en el momento en que los países centrales impulsan redes mundiales de cooperación para aprovechar los recursos humanos que existen en todas las regiones del mundo. Una suerte de descentralización de la ciencia que beneficia, en buena medida, a esos mismos países: si los programas de investigación son transversales al mundo, los temas se deciden en algunos pocos centros.

Por Matias Alinovi


“EN EL COMIENZO DEL UNIVERSO, AHI, LA NOCION DE TIEMPO DEBE SER REPENSADA”

El desafío argentino es diseñar una estrategia asociativa inteligente que concentre el interés nacional. A propósito de la inauguración del Observatorio Pierre Auger, en Malargüe, Mendoza, Futuro conversó con Catherine Bréchignac, impulsora de la descentralización de la ciencia francesa.

Usted viene a la inauguración del Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger en calidad de presidenta del CNRS, el Conicet francés. ¿En qué medida está involucrada la institución que usted representa en el proyecto?

–Así es. Me gustó eso del Conicet francés. Estamos desde el principio. Firmamos los primeros acuerdos de cooperación en 1998. Pero tras diez años de colaboraciones, precisar el grado en el que estamos involucrados es difícil, porque la realidad se ramifica. Tenemos personal permanente en el lugar y transferimos fondos: nuestra institución asegura la totalidad de la contribución francesa al proyecto.

–¿Cree que el observatorio puede convertirse en una unidad mixta internacional, es decir, pasar a formar parte del CNRS bajo alguna de las formas burocráticas que la institución prevé?

–No. Con el ministro de Ciencia, Barañao, llegamos a la conclusión de que, efectivamente, debemos montar una unidad mixta internacional, pero con aquellas instituciones que en la Argentina financian el proyecto Auger. Para nosotros eso supondría mayores posibilidades de permanencia en el lugar: traer más investigadores que permanezcan durante más tiempo. Una mayor permanencia supondría aumentar los medios que invertimos, para generar el necesario incremento de la potencia de cálculo.

–¿Y la sede de esa unidad no sería Malargüe?

–No. Según lo que conversamos, lo más conveniente sería montar un laboratorio que permitiera acoger, en Buenos Aires, al conjunto de los investigadores que transitan para venir hacia aquí.
–En un sentido general, ¿qué cree que puede aportar la Argentina a la ciencia francesa?
–Puede hacer grandes aportes. En el pasado reciente su país ha tenido investigadores de primer nivel. Después, claro, ha atravesado ciertas dificultades de orden político, y, en consecuencia, han surgido menos investigadores, simplemente por proporción numérica: había menos gente trabajando en el país. Pero yo pienso que con la reactivación... Hoy la Argentina no tiene más de quinientos posdoctorandos, o mejor, tesistas, por año. Tendría que tener muchos más.

–¿Cuántos?

–Algunos miles. Las colaboraciones como Auger permitirán, sin duda, hacer venir más estudiantes a Europa, estudiantes argentinos que desarrollen sus tesis en Francia, por ejemplo, y eso es exactamente lo que el país necesita.

–¿En Francia siguen faltando estudiantes de ciencias?

–Faltan en todos los países del mundo.

–Es decir que faltan también en la Argentina. Yo me figuraba que usted pensaba que el país podría aportar a Francia parte de los estudiantes que le hacen falta.

–La ciencia es una empresa internacional, y los estudiantes deben viajar de un país al otro, para luego volver a sus países de origen a enseñar, a transmitir mensajes. Fíjese lo que ocurre en Estados Unidos. Ya no existen, prácticamente, pos-doctorandos norteamericanos. Todos vienen de Asia.

–¿Y Francia piensa en ese modelo?

–En mi gestión al frente del CNRS yo abrí los puestos, y hoy tengo un 25 por ciento de extranjeros que entran al CNRS por año.

–Después de la crisis internacional, la idea de una institución como el CNRS, es decir, la idea de una ciencia en la que el Estado interviene activamente, dirige, centraliza, ¿se fortalece o se debilita?

–El Estado no puede y no debe dirigir la ciencia, sólo puede dar indicaciones generales. ¿Sabe qué ocurre? Los científicos son gente que crea, y a la gente que crea usted no la puede dirigir así como así; no puede decirles que hagan esto o lo otro.

–Pero puede asegurarles un puesto.

–Puede asegurarles un puesto e incitarlos a trabajar en tal o cual dirección. Señalar áreas específicas para el interés general; eso es lo máximo que el Estado puede hacer. Pero además, en la actualidad, para hacer ciencia no alcanza sólo con hacer ciencia, si me permite la aparente contradicción. No basta con hacer ciencia básica, digamos, sino que al mismo tiempo hay que desarrollar ingente tecnología. Fíjese, están los detectores de superficie dispersos a través de los campos de Malargüe. Esos detectores funcionan de acuerdo con principios teóricos simples, pero jamás habríamos podido ponerlos en funcionamiento sin la tecnología que los sustenta. Y lo extraordinario es que esa tecnología, contrariamente a lo que se cree, sirve en cualquier lugar. En los hospitales, en los sistemas de comunicación... La tecnología que aquí se desarrolla con un fin específico puede utilizarse en ámbitos insospechados. Porque las aplicaciones prácticas no están garantizadas por el tema de estudio, sino por el modo en que se busca. Por eso el Estado no debe dejarse ganar por su afán de aplicaciones prácticas y pretender dirigir a los científicos. Ustedes tienen una suerte fenomenal de tener el proyecto Auger acá. Yo me digo, si lo tuviéramos en mi país...

–¿Los científicos franceses siguen temiendo a Nicolas Sarkozy, a sus planes de reestructuración?

–No. No voy a negarle que al principio nos hacíamos muchas preguntas, pero desde que el presidente nos dijo que él hacía de la investigación científica una prioridad, eso, de algún modo, nos tranquilizó. Es verdad que quiere cambiar el sistema de la investigación, y tiene razón. Hay que volverlo más eficiente, y por eso trabajamos en redes, nacionales, europeas y mundiales, porque... Es como en Auger. Auger es una verdadera red. Debemos trabajar en red.

EL BOSON Y LOS MIASMAS

–Usted es física.

–Sí. Comencé a trabajar en óptica y luego me decidí temerariamente por las nano-partículas antes de que la palabra fuera inventada. Sigo trabajando, la investigación es una pasión.

–¿Existe el bosón de Higgs?

–Ah, pero claro que sí. ¡Lo vamos a encontrar!

–Veo que, como presidenta, está muy bien informada. Lo van a encontrar, ¿está segura?

–Claro que sí.

–Qué lástima.

(Se ríe) –Hasta ahora el modelo estándar permitió predecir la existencia de varias partículas. Es evidente que vamos a encontrar, también, el bosón de Higgs. Pero lo que me parece más interesante es poder comprender, en el comienzo del universo, qué quiere decir el tiempo.

–¿Seremos capaces de entender qué es el tiempo?

–Quizás, aunque no todavía. Hemos avanzado en el conocimiento del espacio-tiempo en los primerísimos... cómo decirlo, uno no puede definirlo en términos del tiempo, no tiene sentido. Lo que quiero decir es que, en el comienzo del universo, ahí, la noción de tiempo debe ser repensada.

–La noción de tiempo antes del tiempo.

(Piensa) –Fíjese, las personas se dijeron: vamos a poner el tiempo cero en el tiempo presente, y después pondremos más hacia un lado y menos hacia el otro. Es decir, establecieron un origen arbitrario de los tiempos. Porque, justamente, lo que ocurrió allí todavía no se entiende. Pero bueno, felizmente todavía quedan cosas por comprender.

–¿No le parece que el campo de Higgs es una especie de éter moderno, en el sentido de que la física vuelve a postular un campo ad hoc para explicar algo que en realidad no comprende?

–Su pregunta es muy pertinente. Lo que ha hecho progresar a la ciencia es la experiencia. Mientras no teníamos la experiencia, sino sólo la teoría, teníamos teorías sin verificación experimental sobre lo que pensábamos. A partir del momento en que entendimos que debía entrar en juego la experiencia, pudimos verificar si lo que predecíamos era correcto. Si una teoría es correcta, debe predecir algo y entonces uno debe mostrar que esa cosa que predijo está ahí.

l –Pero a veces la teoría misma puede impedir esa verificación. Le propongo un ejemplo: la teoría de los miasmas, en el Medioevo. Las enfermedades surgen de las emanaciones malignas de la tierra y están en el aire. En consecuencia, debo resignarme, no hay modo de que no me contagie, la cuarentena no existe...

–¿Y entonces?

–La teoría impedía toda observación empírica.

–Pero es que si la teoría es falsa, es falsa.

–Pero esa teoría, en particular, ni siquiera conducía a las experiencias.

–Porque era el Medioevo (risas). No, pero es verdad. Era el Medioevo.

–La Escuela de Medicina de París seguía creyendo en los miasmas en el siglo diecinueve.

–No, pero... Fíjese, usted acaba de utilizar una palabra incorrecta. Yo, en ciencia, no utilizo jamás el verbo creer.

–En este caso se trataba de una creencia.

–Una creencia es una creencia.

–Eso me hace pensar en el tiempo cero...

–¡Ah! ¡Absolutamente! (Se ríe) Una creencia es una creencia. Entre nosotros, los científicos, algunos son creyentes, me refiero al orden espiritual, y otros no. Pero en lo que concierne a la ciencia nos debemos, primero, un rigor científico, y luego una verificación experimental, la única válida para comprender las teorías. Uno avanza una teoría, la verifica, continúa desarrollándola, la verifica...

–¿Hasta cuándo?

–Hasta cuando tenga que ser.

–Pero ese camino es infinito.

–Pero todos los caminos... ¡Volvemos al tiempo cero! (Se ríe).

LAICISMO

–¿Es el laicismo un concepto militante? ¿Hay que convencer a los otros de ser laico?

–Ah, sí, sí, es indispensable. Es indispensable que el mundo entero sea laico.

–Me acaba de dar el título de la entrevista.

(Se ríe) –No se puede no ser laico. Laico... ¿qué quiere decir ser laico? Quiere decir que uno separa la razón, con la verificación de la ciencia, de un lado, de lo religioso, del otro. Todo el mundo tiene derecho a tener su religión. Todo el mundo tiene derecho a pensar lo que quiera. Pero cuando uno está comprometido con una manera de razonar, tiene que seguir ciertas reglas, respetar ciertos juegos estrictos, digamos, y no tiene derecho a mezclar y a imponer... Yo estoy loca de rabia contra el creacionismo. No soporto esa tendencia norteamericana que ve surgir la creación por todos lados. Para mí es intolerable, y, justamente, eso ocurre porque los Estados Unidos no son un país laico.

–¿Pero no le parece que, paralelamente a un discurso de tolerancia, usted sostiene el concepto del laicismo militante, es decir que, de algún modo, intenta convencer a los otros de que Dios no existe?

–No, no. Yo no intento convencer a los otros de que Dios no existe. En absoluto. Voy a poner un ejemplo para hacerle entender lo que quiero decir. Lo que yo creo es que, en este mundo, uno puede considerar lo real y lo virtual. Su imaginario, el de usted, es virtual. Ahí, usted puede meter gente de hace 100 años, que discute en su cabeza con gente del presente. Dalí, por ejemplo, en su Cena en familia puso a gente de su época y luego, inopinadamente, pintó a Dostoievsky en el medio. Y en el cuadro lo pintó de negro, de un negro simbólico, para dar a entender, justamente, que se trataba de un anacronismo. En conclusión, uno tiene el imaginario y en su imaginario uno puede hacer lo que quiera. Uno puede ser creyente. Pero cuando se está en lo real, en el presente, en las cosas, uno debe tener un rigor...

–Pero decirle a un creyente que Dios pertenece a lo imaginario, y que no forma parte de lo real...

–Pero es la verdad.

–...es como decirle que Dios no existe.

–Pero no. Dios no forma parte de lo real, lo lamento. La religión se impone en lo real. No hay prueba material de la existencia divina. No hay ni una sola experiencia capaz de demostrar su existencia. Incluso los religiosos piensan así.

–En todo caso, no los creacionistas. Según ellos, existen pruebas materiales de la existencia de Dios, por ejemplo en el registro fósil.

–Yo respeto a la gente que cree. Es su imaginario, su forma de ver la vida, de entender las cosas y de operar con valores y angustias. En lo que concierne a la ciencia, a lo real, uno debe hacer la separación.

–¿Y el Estado debe hacer algo al respecto?

–El Estado francés, gracias a su laicismo, permite, justamente, decir: “Separamos la iglesia –lo virtual– del Estado –lo real–”.

–¿Está orgullosa de ser francesa?

–Usted está orgulloso de ser argentino, quiero creer. Porque si tiene dudas, se equivoca. ¡El suyo es un bellísimo país en vías de desarrollo, un país de futuro! Si hoy tuviera que emigrar, me vendría a vivir acá.





































Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/suplementos/futuro/13-2167-2009-06-21.html



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Salud al margen
Historia con salud
Una precisa descripción de Elías Castelnuovo
La salubridad en una imprenta de Buenos Aires en 1930
La Editorial (1930), publicado en la revista dominical de La Nación el 3 de agosto de 1930.

Elías Castelnuovo nació en Montevideo en 1893 y falleció en Buenos Aires en 1980. Desde los doce año ejerció los más diversos y humildes oficios, para desempeñarse finalmente como tipógrafo y linotipista. Cuando la generación literaria de 1920 se escindió en los grupos de Boedo y Florida, Castelnuovo, que ya había definido su vocación de escritor, no tuvo margen para la duda. Fue principal impulsor de aquellos que se nuclearon en torno de la calle Boedo (Roberto Mariani, Leónidas Barletta, José Portogalo, Raúl González Tuñón) en oposición a los que se reunían en Florida (inspirados por Ricardo Guiraldes, en este grupo destacan nombres como Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo) cultivadores de una literatura, si se quiere, más preciosista. Los de Boedo, en cambio, casi todos de origen obrero, llevaron a sus libros un fuerte compromiso social. Era una literatura proletaria hecha por proletarios. Manuel Gálvez, gran escritor de una generación anterior, llamó a Castelnuovo "el Gorki de América". Larvas, Malditos, Entre los muertos, Psicoanálisis sexual y psicoanálisis social, Calvario, son algunas de sus narraciones, cuentos y ensayos que configuran en conjunto una intensa y singular producción.

Curiosamente, la otra gran pasión de Castelnuovo, fue la medicina. Se vinculó a ella a través de su amigo, el cirujano rosarino Lelio Zeno, de quien el escritor fue ayudante quirúrgico, sin mengua de haber atendido un consultorio en el Delta y de haber asistido a varios partos. Parte de esta afición de Castelnuovo se vislumbra en su obra, donde siempre adquieren gran presencia los estragos de las "enfermedades sociales" en el ambiente laboral de la época. Tiníeblas y el texto aquí transcripto, extraído de La Editorial, pueden dar ejemplo de ello:

« El preparado industrial con que se trabaja, compuesto por una parte de plomo, otra de estaño y otra de antimonio, agota, sin duda, las reservas del cuerpo y obliga a los obreros a recurrir a los estimulantes.

En estado de reposo o en estado de ebullición, el metal gráfico produce lo mismo, a la larga, idénticos estragos en el organismo del hombre. No corroe de golpe como el ácido nítrico. Eso no. Corroe con lentitud y alevosía, por etapas, imperceptiblemente como el verdín. Tampoco lo hace de frente, a la vista y paciencia de la víctima que aguanta con toda la intrepidez de su ignorancia el proceso espantoso de su propia destrucción. Lo hace a mansalva, subterráneamente, ocultándose como el cáncer que ha menudo se pasa diez o veinte años enquistado, sin salir a la superficie, afilando las garras entre las sombras de alguna cavidad. Cuando se advierte su presencia, ya se tiene un agujero en las tripas o una caverna en el pulmón.

Las emanaciones del plomo no sólo afectan al cuerpo. Afectan, también, el espíritu, determinando una melancolía siniestra y agorera. La pigmentación sufre, por su parte, una transformación violenta. El rostro se pone verde o amarillo. De un verde, a veces, cadavérico o de una amarillez terrosa y anémica. Siempre que no se ponga blanco como una pared.

El plomo ataca preferentemente las vías respiratorias, en tanto que el antimonio prefiere el aparato digestivo, donde trastueca el sistema de la nutrición. El estaño, por su lado, pasa en forma de cloruros al torrente circulatorio, a través del pellejo, y envenena la sangre. Partículas del compuesto industrial se depositan en la boca y subvierten con el tiempo los contornos de la fisonomía. Las encías se retraen, se pudre la dentadura y el mentón cae y se alarga progresivamente.

Mientras los crisoles de las linotipos exhalan el tóxico por ebullición, las cajas, sobre los caballetes, instilan los vahos maléficos del veneno dormido. En la fundición, asimismo, rebervera siempre una olla tremenda de metal derretido que contribuye poderosamente a sofocar la escasa ventilación de la galería.»




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LA OBRA


Muchas veces nos preguntamos por qué el hombre -tanto en su aspecto individual como en su condición colectiva- tiende a restituir formas opresivas de poder contra las cuales se rebeló y en ocasiones logró liberarse.
El “discurso del amo” logra sobrevivir a todo, obrando en forma oculta o manifiesta; es brutal, impiadoso e inescrupuloso; actúa con ternura e incluso con amor, si los intereses subyugantes de poder lo requieren y permiten.
Sobre este discurso y su naturaleza se reflexiona en este libro, no sólo a partir de los grandes pensadores políticos, sino también con la impronta de hombres como Freud, Lacan o Foucault, en la búsqueda de develar la trama de un tema complejo.Este ensayo investiga y procura mostrar los modos constantes y repetitivos con los cuales el hombre ha construido el poder a lo largo de la Historia.
En este sentido es que el autor recorre revoluciones históricas trascendentes y aborda el pensamiento de grandes eruditos, para recoger la mirada de los mismos en relación con la esencia de lo humano, el poder y los orígenes de la sociedad.





EL AUTOR


Mario Agenor Blanco, (Cruz del Eje, 1956), siempre se sintió apasionado por lo político, tanto en lo teórico como en la práctica. Por ello es que ha trabajado como abogado, como Diputado de la Provincia de Córdoba y como Intendente de su ciudad natal de Cruz del Eje en la construcción de diversos espacios.
Fruto de su experiencia y de sus estudios es este libro, útil y necesario para comprender las mil caras de la feroz lucha por el poder.





El Emporio Ediciones 9 de Julio 180 Piso: 1 Dpto: C 5000 Córdoba Tel. 54-351-4117000/4253468 e-mail: editorial@emporiolibros.com.ar


























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Macedonio Belarte
AÑO IV- N LXV- Viernes 31 de Julio de 2009
Revista Digital de Cultura
Arte, Cine, Literatura, Música, Poesía, Plástica, Historia,Política, Filosofía

Sumario



“El poder fue y siempre será espectáculo”. 01 / El Gran Cuñado “es un arma terrible”. 05 / Los medios y el presente. 06 / Jesús Mosterín : “Internet es el fin de la política tradicional”. 09 / Hay que expropiar a Don Carlos. 14 / La que se viene. 16 / El gurú mediático de la derecha. 18 / Libertades y comunes. 21 / Se celebró el 86° Aniversaro de “ La Idea”. 25 / “La gente todavía le tiene mucho miedo a la tecnología”. 29 / Miedo a la tecnología. 33 / En un 1° deJulio… 34 / “Es indispensable que el mundo entero sea laico”. 36 / La salubridad de una imprenta de Buenos Aires en 1930. 41 / “Ensayo Sobre el Autoritarismo- El Discurso del Amo”, libro de Mario Blanco. 43 /
 





Foto de Nota públicada la Periodista Susana Salas, en el diario digital http://www.sumarioenred.com/, de la Ciudad de Alta Gracia, con motivo de la visita al Periódico "La Idea", el día Viernes 11-7-2009


Fuente :


http:// youtube.com/watch?v=AbAF0-trHuk














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